Comparando la comedia en las telenovelas nuevas y antiguas

Hacerse el chistoso no es comedia

En el teatro, el género de la comedia va hacia personajes ridículos y llenos de vicios. Se niegan a salir de ahí, mientras la gente se burla de ellos o los critica. Esos personajes son castigados al final con el ridículo y tomando conciencia de lo que hicieron. El público se la pasa riéndose de ellos porque son patéticos y hasta divertidos.

El viejo protagonista de la obra Felicidad de Emilio Carballido es un claro ejemplo de esto. Se ahorró la felicidad toda su vida, siendo codo y avaro. Cuando quiso ser feliz con el dinero, enamorando a una muchachilla, dejando a su esposa, se vio el hombre más ridículo del mundo.

En las telenovelas hay personajes así. Carlos Ancira tiene dos magistrales, Abundacio en Vivir un Poco (1985) y don Leopoldo en Rina (1977). También están Susana Alexander como María Luisa en Cuando Llega el Amor (1989), Sergio Jiménez como Caralampio en Encadenados (1988) e Isabela Corona en La Fiera (1984) como doña Elodia. Hasta unas Catalina Creel de Cuna de Lobos (1986) y Evangelina Vizcaíno de Cadenas de Amargura (1991) podrían caber aquí. Causaron lástima también.

Pero de un tiempo para acá, la telenovela, en pos de no dejar que el público se fuera, metió la comedia chito-chito a las historias. El “chistosito”, la “chistosita”… el chisto-___ . “Chito, chito”. Hazmerreír a fuerzas.

Dentro de esos están los actores Jaime Camil y Arath de la Torre. En las recientes telenovelas La Fea Más Bella, Qué Pobres tan Ricos, Antes Muerta que Lichita, Amores con Trampa, Mi Corazón es Tuyo, Libre para Amarte entre otras imperó el CHITO-CHITO.

No es lo mismo la diversión que “eso”, que el “chito-chito”. Las telenovelas La Pícara Soñadora (1991), Carrusel (1988), El Padre Gallo (1986) eran muy divertidas. Dentro de su melodrama o su tragedia, la diversión o el entretenimiento van de la mano.

El productor Carlos Sotomayor comentó: “La cuestión es que lo chistoso debe de ser la situación no la actuación y lo peor es cuando, durante escenas supuestamente chistosas, le ponen música, ‘chistosa’, como para decirle al público, aquí te tienes que reír.”

Querer que nos tengamos que reír a fuerza, es oprimir al público como lo están haciendo con Sueño de Amor. Opresión.

¿Por qué no ver personajes, en lugar de actores haciéndose los chistosos? Esos sí son patéticos.

Un buen melodrama entretiene. La telenovela es para entretener. Si logra enseñar o hacer escándalo por un tema, si logra causar ámpulas, si pone al público entre la espada y la pared, entonces hablamos de grandes telenovelas.

2 Comentarios

  1. Mony dice:

    O «chistosos» tipo Ricardo Margalleff?
    En las novelas de Mapat siempre hay alguien así y en la última lo pusieron a él como el gay chistoso o en LSDP sashi Tamashiro y la esposa de Alexis Ayala que según esto se peleaban pero como de chiste
    Se supone que esos personajes son para destensar la trama y que no sólo sea drama drama drama pero hay unos que si como que dan hueva como Jaime Camil últimamente en todo o Arath de la torre desde Una Familia con Suerte

    Mis favoritos son el Poncho y el Coreano en Volver a Empezar (1994) y Tú y Yo (1996)

  2. Nick dice:

    Otro personaje entrañable que hacía reír por si sola es Doña Lola en Rubi

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