Los villanos de Sila, malos por tradiciones arcaicas

¿Hasta dónde se respetan las tradiciones?

En las telenovelas turcas si algo aprendimos con ¿Qué Culpa Tiene Fatmagül? es que de hecho hay muchos antagonistas humanos.

Si bien Firuz (Namık Kemal Yiğittürk) no es un antagonista tan marcado en la trama como Cihan (Devrim Saltoğlu), también logró causarle gran daño a la protagonista al dar órdenes para matarla. No tiene un análisis tan complejo como los villanos de Para Volver a Amar, pero también tiene rasgos humanos buenos para debatir.

Firuz actúa por tradición, por las costumbres tan antiguas de la tribu. Para él la cotidianeidad es esa, no existe otra. Es por eso que cuando su hijo Boran (Mehmet Akif Alakurt) empieza a cambiar paso a paso su ideología debido a su nueva esposa Sila (Cansu Dere), siente que todo se le va de las manos y la ve a ella como enemiga mortal. A pesar de que su mando sea uno, es capaz de reconocer en otras circunstancias lo malo y lo bueno. En su subconsciente sabe también que hace el mal y no lo remedia. Por supuesto que tiene idea de que le hace daño a su hija Narín (Boncus Yilmaz) y sufre porque desearía que todo fuera de otra manera, pero no puede evitarlo.

Si nos damos cuenta, no siempre le discute las decisiones a Boran porque a pesar de todo lo quiere y sabe que tiene la razón. Detesta los actos impuros en su familia tal como lo vimos cuando le dijo a su propia cómplice, su esposa Kevser (Fatos Tez), que podría ser su enemiga debido al hecho de traer brujería a su casa. El punto débil de Firuz se encuentra en la ideología que si pudiese ser cambiada, otro gallo cantaría.

sila firuz Namik Kemal Yigitturk

Los ex villanos Celil (Menderes Samancilar) y Azad (Cemal Toktas) parecían engañarnos desde un principio. Pensábamos que nos sacarían canas verdes por la forma en cómo engañaron a Sila y la forzaron a casarse con alguien a quien no conocía. Sin embargo, con el transcurso del tiempo sus personalidades mostraron otra perspectiva de ver las cosas. Igual que Firuz, su punto débil era la pesada tradición y arcaicas costumbres que los ataban con sus cadenas, pero es la misma Sila quien logra darles otra visión del mundo.

Celil parecía en cierta parte de la trama aprovecharse de ser padre de Sila para sacar beneficios económicos. Al final de cuentas ya no se le dio importancia a ello y vimos que tenía sentimientos por sus hijos. Sí los quería y a la joven con el paso del tiempo, la terminó amando sinceramente como ella a él. Tras una serie de persecuciones en Estambul, le cae el veinte de todo cuando le dicen que tiene que seguir la tradición y para eso debe aniquilar a sus hijos, cosa que él se niega a hacer.

Azad por su parte, no bastó que en el primer capítulo forzara a su todavía extraña hermana a casarse amenazada a punta de pistola, sino que también pensó en la posibilidad de sacar beneficios económicos a través de ella. Sin embargo su amor por Narín tuvo más fuerza. Cuando sale de la tribu ayudado por Sila, también lo mueve su ambición, pero en esos momentos al igual que Celil, también empieza a sentir cariño por ella y el personaje se vuelve sumamente positivo, después se enfrenta a negocios, adquiere responsabilidades y enfrenta otra manera de vivir. Este joven era bueno pero lamentablemente encuentra un trágico final.

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