Mi Marido Tiene Familia, la primera impresión
El primer remake coreano
Tras el estrepitoso fracaso de Sueño de Amor debe haber sido una tarea titánica para el productor Juan Osorio el convencer a figuras de la talla de Silvia Pinal y Diana Bracho para participar en su nuevo proyecto, un remake de una telenovela coreana titulada Mi Marido Tiene Familia.
La historia se desarrolla en Oaxaca y la pareja principal está formada por Julieta (Zuria Vega), una ejecutiva de un emporio zapatero, y Robert Cooper (Daniel Arenas), un médico que piensa que su familia biológica lo abandonó de niño.
En el capítulo inicial nos enteramos de que la familia de los panaderos Eugenio (Rafael Inclán) y Blanca Córcega (Diana Bracho) vive en un departamento junto con sus hijas Linda (Jade Fraser) y Daniela (Laura Vignatti). Es el cumpleaños de Daniela pero el evento también trae tristes recuerdos pues el día en que ella nació, a Blanca se le perdió su hijito Juan Pablo en un mercado. Por un lado quieren celebrar pero la férrea abuela Imelda (Silvia Pinal) se los impide pues considera que la pérdida del niño es más importante que el nacimiento de Daniela. Por otra parte la pareja de novios Julieta y Robert deben desalojar el departamento en el que viven pues el dueño les aumentó la renta. Por azares del destino se mudan al mismo edificio donde viven los Córcega y cuando Blanca y Robert se ven sienten una conexión familiar.
La familia es el elemento clave en esta historia. El protagonista y su madre se sienten incompletos y se mueven para poder encontrarse. En medio de ellos queda la protagonista quien deberá mediar entre su amor y su diplomacia para relacionarse con su familia política.
Se agradece una propuesta diferente pues en esta ocasión la pareja principal ya está unida y deberán sortear otro tipo de problemas en sus vidas.
El arranque resultó decente. El ritmo fluyó y se notó una dirección mesurada para casi todo el elenco (la excepción fue René Casados).
Se nota la acentuación en el drama de la madre que perdió a su hijo. Diana Bracho como madre sufrida le da un giro a su rol de mamá dragona de sus últimas telenovelas (El Hotel de los Secretos y Quiero Amarte).
Silvia Pinal de una manera espléndida puso a todos en su lugar. Bravo porque por fin le dieron un personaje de peso que no fuera de viejita simpática.
Llamaron la atención la Vignatti en su papel del vato de la casa y Regina Orozco como la alocada hermana de Blanca, papel que le queda como anillo al dedo.
Falta que le pongan atención a la actuación de los “actores” de apoyo. Hubo vari@s que merecen que los regresen al CEA. Qué mal que se desluzca así un primer capítulo.
En la cuestión visual pudimos apreciar exteriores de la ciudad de Oaxaca, sin embargo el edificio de los Córcega parece ser una típica locación de una colonia de la Ciudad de México. Por otra parte en una escena, Blanca y sus hermanas recuerdan al pintor oaxaqueño Rodolfo Morales cuando pasean por lo que parece ser su casa-museo.
La canción de entrada deja mucho que desear. Tiene un ritmo que nada tiene que ver con una familia oaxaqueña. Y finalmente, agradecemos que se hayan contenido en el uso de efectos sonoros “chistosos” y de música incidental de “comedia”.
Arrancó bien Mi Marido Tiene Familia, ya veremos cómo se desarrolla.
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espero que no solo copeen o adapten dramas si no que también preparen ala gente como se hace en corea,y no pongan a cualquier pelagatos a actuar.los idols son preparados para cantar,bailar,modelar y actuar. a demás de que la mayoría tiene carrera por lo que obviamente no son ignorantes y eso se nota en sus trabajos.por eso la novela a detener todos esos detalles que comentas.
Tantas veces que he escuchado «oppa» con emocion, alegria y encanto… y que llega zuria vega con Opa!,Opa!, Opa Opa. Que tal parece que decia sopa, sopa, sopa. Sopa