Tanto Amor. Crítica final

Un final de película…pero chafa
Tanto Amor, la última telenovela de TV Azteca antes de haber puesto pausa a su producción, terminó con un final de locura.
Si de por sí la producción de Rita Fusaro estelarizada por Melissa Barrera y Leonardo García fue alargada por días con las mismas circunstancias interminables, el capítulo final fue la cereza en el pastel.
Lo único bueno de este desenlace fue que ya no tendremos que ver más las locuras de Bruno Lombardo (Arap Bethke), las intervenciones inexpresivas de Leonardo García ni los parlamentos recitados de Melissa Barrera.
(Spoilers) En el último capítulo Mía (Melissa Barrera) descubre el lugar donde Bruno tenía secuestrada a Noelia (Adianez Hernández), llega la policía y las rescata pero explota una granada y Bruno muere en la explosión mientras que un agente queda herido. Rafael (Juan Vidal) es absuelto de los cargos y su familia se pone feliz al saber la noticia. Eloy (Hugo Catalán) se reconcilia con Teresa (María Jose Magán). Mía y Alberto (Leonardo García) llevan al agente herido a un hospital pero resulta que era Bruno ya que tras la explosión de la granada le quitó la piel del rostro al agente muerto y se la puso para confundir a todos. Bruno amenaza a Mía y Alberto y los lleva a un edificio con helipuerto para esperar un helicóptero y huir, pero se desespera y se avienta al vacío para suicidarse. Meses después Mía da a luz, Bombón (Roberta Burns) y Rodaciano (Sergio Basáñez) juegan a las fantasías eróticas telefónicas, René (Germán Valdés) y Noelia reciben la noticia de que son candidatos para adoptar y Mary (Miri Higareda) recibe una oferta para hacer una prueba para ser locutora. También resulta que Bruno no murió después de haber caído de un rascacielos pero quedó paralítico y con marcas en el rostro. Después Carolina (Andrea Noli) da un discurso sobre la fundación para las mujeres en situaciones de violencia y tras su speech se reúnen todos en un jardín para tener una comida mexicana acompañada de vino tinto y darse besos. Finalmente Mía agradece a todos por tanto amor.
Mal mal mal final con rellenos y jaladas sacadas de la manga. Todo lo relativo a Bruno fue una reverenda tontería. Le quitó la piel de la cara al muerto en cuestión de segundos, traía un arma cuando lo llevaban al hospital, se aventó de un edificio (igual que los villanos al final de Quiero Amarte y El Color de la Pasión) y por si fuera poco sobrevivió y aunque se entiende que quedó paralítico solo se le vieron unas plastas de sangre en la cara (aunque la caída había sucedido meses antes).
En varias escenas se notó que algunos personajes viajaban en un carro de utilería con una proyección atrás, a la usanza de las viejas películas en blanco y negro. ¡Era el capítulo final por Dios! ¿Si no tenían dinero o tiempo no podrían haber reescrito las escenas para evitar ese tremendo ridículo?
La reconciliación de Bombón y Rodaciano ni venía al caso, eran personajes secundarios que nada tenían que hacer en el final.
El momento en que Mía está en la sala de partos, puja y puja y tiene a su bebé fue el único que la Barrera expresó fuerza, ya que en el resto de la telenovela mostró el rostro impávido como una esfinge.
Para terminar, la familia Lombardo resultó tan peculiar que acompañaron la comida final de cazuelas mexicanas con ¡vino tinto!
Salvo sus semanas finales Tanto Amor entretuvo con su constante flujo de penurias para los protagonistas. Que si los encarcelaron, que si los metieron al manicomio, que si los secuestraron, a Mía y Alberto les pasó de todo. La telenovela fue un drama efectista, lleno de truculencia y hasta macabro a veces pero con un final bastante predecible. Los villanos fueron desapareciendo poco a poco y en la recta final solo quedó Bruno, y le cargaron la mano.
La dirección de escena y cámaras cumplió a su nivel. El vestuario y las locaciones también funcionaron pero la música no fue de mucho impacto.
Con excepción de los estelares el elenco funcionó y se compaginó adecuadamente. Mención especial merecen las parejas de Adianez Hernández y Germán Valdés, y de María José Magán y Hugo Catalán que brillaron por su excelente química.
Como ya habíamos mencionado Miri Higareda destacó realizando el papel de ciega. Dentro de lo destacable también están los lanzamientos de Alexis Meana quien tiene todo para llegar muy alto, y de Andrea Carreiro y Marco de la O.
Bye Tanto Amor, esperaremos lo nuevo de TV Azteca.
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Te doy la razón que feo final le dieron y resulto ser la última de TV Azteca, el escritor Mauricio Somuaro se pasa de la raya como todas sus historias como Pobre Diabla, Vidas Robadas y Emperatriz. Las acaban como un cuchitril. Va que pena.
EL FINAL NO ABRA SIDO EL MEJOR.PERO LA ACTUACIÓN DE ARAP BETHKE COMO BRUNO LOMBARDO FUE EXCELENTE…..
Como se llama la Canción de esta novela pero no la que canta melissa, sino ls que dice «Alma espero me recuerdes»
También quiero saberme el nombre ❤️
es la peor prefiero ver betty la fea.