A Que No Me Dejas. Crítica final de la telenovela

Ya chole con la leyenda de Poseidón y el amor eterno
Utilizando una historia que fue un éxito probado llegó a su fin A Que No Me Dejas, la telenovela con título de canción de Alejandro Sanz.
Con muchos de los clichés y fórmulas del género, la producción de Carlos Moreno Laguillo tuvo su final de domingo con un último capítulo de dos horas y media.
(Spoilers) En sinopsis, el capítulo final inició con todo el elenco consternado por la situación de René (Brandon Peniche) quien terminó en la cárcel junto a Leonel (Salvador Zerboni) y Félix (Jorge Gallegos). Después le llegó la hora a Raquel (Cecilia Gabriela) quien se fue de este mundo llena de amor. Continuamos con el primer clip de Alejandro Sanz que apareció de la nada y fue como una presencia etérea entre los protagonistas. Los Murat siguieron preparando el evento de la presentación de la campaña a favor de los tiburones cuando Angélica (Erika Buenfil) fue secuestrada por Maite (Maya Mishalska) y por Clemente (David Ostrosky) porque éste ya estaba harto de que se burlaran de él (hágame usted el favor). Entre Gonzalo (Arturo Peniche), Alexis (Lenny de la Rosa) y Mau (Ignacio Casano) rescatan a Angélica en el mar y Clemente y Maite chocan su bote contra una roca y mueren en la explosión. Después apareció un clip de Tommy Torres cantando para ambientar una escena amorosa entre Osvaldo (César Évora) y Mónica (Lisset). Por fin llegó el momento de la presentación de la campaña y apareció Julieta (Alejandra Barros) de la nada y le disparó a Mauricio. Mauricio fue llevado al hospital y Julieta huyó hacia el mar y se ahogó. Mauricio se salva y Tobías (Adriano Zendejas) se reconcilia con sus padres y les pide perdón por haber sido un mal hijo. Las parejas de Osvaldo y Mónica y de Angélica y Gonzalo se comprometen. Jaime (Moisés Arizmendi) se recupera del cáncer. Fabrizio (Jaime de Lara) resulta ser el padre del hijo de Adriana (Natalia Sánchez) y asume su responsabilidad. Tiempo más tarde Mau y Valentina se casan en una boda submarina con el padre buceando también. Pasan los años y tienen tres hijos y frente al mar se vuelven a jurar su amor eterno.
Muy bien manejado sentimos el dolor de Gonzalo de tener dos hijos en la cárcel. También muy triste resultó la muerte de Raquel rodeada de los seres que más la amaban pero aquí hicieron una salvajada de edición cortando hasta cinco veces la escena para intercalarla con otras más. Otra escena lacrimógena fue la reconciliación de Tobías con los padres que lo criaron y con su abuelo Gonzalo.
La secuencia del secuestro de Angélica fue tan solo un relleno pues la justificación del personaje de Clemente era irrisoria. Las apariciones de Alejandro Sanz y de Tommy Torres nada tenían que hacer ahí, no aportaron nada al avance de la historia. La aparición de Julieta con una pistola en un evento y de nuevo fallando en su objetivo fue predecible pero de nuevo mal dirigidos todos los extras que se quedaron como idiotas sin ver a Julieta. Después la villana corre hacia el mar, camina tres pasos en la orilla ¡y se ahoga! La boda submarina fue novedosa pero cayó en la delgada línea entre lo original y lo ridículo. Justo en la última escena se supone que pasaron alrededor de ocho años pues su hijo más grande se veía de esa edad y Valentina y Mauricio seguían con sus mismos looks de colita él y fleco ella.
Por algún tiempo A Que No Me Dejas fue lo más decente de la barra de telenovelas de Televisa. El libreto de Martha Carrillo y Cristina García en coadaptación con Denisse Pfeiffer era más digerible que la etapa de la Lichita ninguneada en Antes Muerta Que Lichita, su única competidora cercana. Por cierto que en esta ocasión a diferencia de sus telenovelas recientes anteriores, las escritoras no mencionaron que hubieran mezclado una de sus historias originales con Amor en Silencio (1988).
El romance de la primera temporada (como insistieron en llamarla) tuvo un desarrollo lucidor para sus tres protagonistas: Camila Sodi, Osvaldo Benavides y Alfonso Dosal. Los dos actores, los cuales nunca habían sido estelares, demostraron aplomo y sin titubear dieron vida a los dos enamorados de la protagonista.
En esta etapa también destacaron Leticia Calderón como la dulce Inés y los niños Diego Escalona como Mauricio y Fede Porras y Santiago Emiliano como los hijos ilegítimos de Gonzalo Murat. Las debutantes Eva Cedeño y Estrella Martín también llamaron la atención y se les ve un buen futuro en las telenovelas.
La segunda temporada tuvo un aire más juvenil y contó con una buena muestra de la nueva generación de actores de Televisa: Ignacio Casano, Juan Pablo Gil, Ela Velden, Jade Fraser, Jaime de Lara, Natalia Ortega y Daniela Cordero. El novel elenco estuvo apoyado por jóvenes con más experiencia en la actuación como Brandon Peniche y Adriano Zendejas.
La segunda etapa también se caracterizó por los intercambios de parejas en la historia. Angélica empieza con Osvaldo y termina con Gonzalo. Fernanda primero se enamora de Alan pero queda con Alexis y a su vez Alan se vuelve novio de Almudena. Adriana anda con Fabrizio y con Tobías pero termina con el primero.
En los capítulos finales a Valentina y Mau se les acabó la creatividad. Pareció que todas sus vivencias, todos los obstáculos y todos sus sufrimientos en el pasado les secaron el cerebro y solo se repetían una y otra vez lo mismo: que si su amor era para siempre, que si su amor era eterno, que si Poseidón y la estrella de mar. Bla, bla, bla. Cero romance en sus diálogos.
Por otra parte fue bonito ver lo que podríamos llamar cerrar el círculo entre Erika Buenfil y Arturo Peniche. En Amor en Silencio sus personajes de Marisela y Fernando murieron trágicamente sin consumar su felicidad pero ahora a través de Angélica y Gonzalo la pareja tuvo buen fin.
En general todo el elenco cumplió en sus papeles pero los que necesitan prepararse más son Juan Pablo Gil y Natalia Ortega. Sus participaciones fueron bastante flojas y distantes. En cambio Jade Fraser destacó más aquí que en sus anteriores telenovelas. A Ela Velden le pasó lo mismo que a Fabiola Guajardo en Pasión y Poder. Ambas venían de papeles destacados y en su siguiente actuación bajaron de categoría.
Aplausos a Arturo Peniche, a Cecilia Gabriela y a Lisset, trío de veteranos que sí actuaron en personajes diferentes a lo anteriormente hecho en su trayectoria.
Para nuestro gusto el talón de Aquiles de esta producción fue el departamento técnico.
La dirección de escena tanto en foro como en locación pareció haber sido realizada al “ahí se va”. Pareció que no hubo estudio ni planeación. Cuando había muchos actores en una escena cada quien se iba por su lado y las reacciones eran incoherentes. Un ejemplo de esto fueron las escenas de la boda de Paulina y Adrián, de la intoxicación en el evento del hotal Mauva, del anuncio del noviazgo de Mauricio y Valentina ante todos sus seres queridos y nuevamente al final en la última locura de Julieta.
La dirección de cámaras dejó mucho que desear. Los camarógrafos de locación mejor que se dediquen a otra cosa. En escenas de playa o cuando navegaban en lancha las tomas salían movidas y sin ninguna estética. Sí, las locaciones en Quintana Roo fueron hermosas, ¿pero verdaderamente podemos decir que los camarógrafos las explotaron? Cuando no era el vacilante movimiento de las cámaras, era la luz que no favorecía en nada a la imagen capturada. No hubo colores vivos, ni paisajes que te quitaran la respiración. Lo único que podemos destacar en este rubro fueron las tomas submarinas y las realizadas con drones.
Los editores abusaron de los cortes en las escenas. En lugar de terminar una acción y seguir con otra, metían tijera intercalando escenas sin ton ni son. Así en la última semana vimos una accidentada declaración de amor de Gonzalo a Angélica intercalada con la locura de Julieta y con Mau y Valentina repitiendo que su amor sería eterno.
Es característico del productor Carlos Moreno el abundante uso de canciones románticas en sus telenovelas pero hay que saberlas dosificar. En A Que No Me Dejas usaron canción tras canción para cada pareja y en ocasiones el diálogo era difícil de seguir.
Dejamos A Que No Me Dejas con un regular sabor de boca, con la esperanza de que la siguiente producción del equipo sea mucho mejor y con la duda de si habrá una tercera temporada.
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A que se debe la duda? Seria el colmo
Muy linda y sentimental muy lindo final