¿Se vale que Sueño de Amor juegue con el cáncer?

¿Fue insensible la curación milagrosa?

La telenovela es ficción, eso lo sabemos. La realidad es otra, se toma al ser humano, lo mimético, al melodrama que se vive día a día para que entren al mundo de la ficción. Dentro de las telenovelas, ellas manejan “su realidad” así, entre comillas. Esa es la única razón que encuentro para justificar lo que sucedió la semana pasada en la telenovela producción de Juan Osorio, Sueño de Amor.

La protagonista Esperanza (Betty Monroe) enfermó de cáncer en el estómago, si mal no recuerdo. Pidió un tiempo para salirse del lugar donde trabaja, renunció a casarse con su enamorado Ricardo (Cristián de la Fuente), se puso en el plano terrenal, en las manos de los médicos y en el plano divino, en las manos de Dios. Hubo ocasiones en que no aparecía. Eso se aprovechó para que entrara otro personaje (Marjorie de Sousa) e hiciera el triángulo amoroso. Vino entonces que la protagonista se rapó «antes que la quimioterapia me lo quite”, dijo. La enfermedad la atacó espantosamente, el contorno de los ojos se le puso de color negro, la piel se le oscureció.

Y se les ocurre a sus guionistas inventar un personaje de mujer joven, de barrio, muy a la María, de vecindad como La Meche, de tono salvaje como La Rosa y de profesión enfermera, con muchas ganas de estudiar, de encontrar la cura para la espantosa enfermedad.

Llega el día fatal, la protagonista se pone muy mal, las fuerzas la abandonan, sus dos hijos Pedro (Polo Morín) y Pato (Renata Notni) rodean la cama, la enfermera “salvaje” agacha la cabeza, el villano Ernesto (Julián Gil) llora pidiendo perdón por lo malo que había sido con ella y el sacerdote da el último Padre Nuestro. Todo parecía indicar que la protagonista había muerto. Melodrama puro.

Sin embargo viene el adelanto y sale que la protagonista se curó.

Hay que verla al otro día para saber cómo estaba la cosa. La enfermera “salvaje pa´ servirle a usté”, toma el pulso, le toca el cuello y viene el milagro. ¡Está viva! Hay que llevarla al hospital. Todos se abrazan y se besan. Pasan los minutos, las escenas y viene lo que se temía: el milagro telenovelero. Las siguientes escenas son en la iglesia dando gracias porque nadie sabe cómo es que salvó.

Entonces hay que entender que es Sueño de Amor. Qué no hay pleito. Qué esa es la realidad que maneja esa telenovela. Y está en el público creerle o no lo que sucedió. Uno se arma conjeturas, ¿irresponsabilidad de sus guionistas? ¿Es verosímil? ¿Inverosímil que pase esto en la telenovela? No es inverosímil dentro de la realidad de esta telenovela, hasta es posible que un perro hable y cante.

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