Los villanos humanos de El Hotel de los Secretos y Para Volver a Amar

Introducción

En las telenovelas experimentamos un personaje emblema, el antagonista. Una vez mencioné que precisamente las historias pueden tener de eje central lo que ocurre con una persona que es el protagonista, pero lo que hace girar el enredo son las acciones del villano.

Villanos hay de todo tipo, en especial muchos de ellos son “cacle-cacle”. A algunos les sale bien a otros no tanto y varios que de plano no. Veremos varios ejemplos de las telenovelas actuales en un análisis dividido en dos partes.

A pesar de todo, tenemos algunos ejemplos en pantalla que retratan a la fórmula de villanos que sienten, esos que también sufren, son desdichados y tienen un motivo de ser o una esperanza para cambiar. En el caso de telenovelas de Televisa veamos de quiénes se trata:

Para Volver a Amar

En la retransmisión de esta excelente telenovela por El Canal de las Estrellas, observamos antagonistas sumamente atípicos, como lo es Jaime interpretado magistralmente por Juan Carlos Barreto.

Jaime no piensa la hora, el día o el lugar en que va a hacer daño, siempre cuando algo tenga que ver con su atormentada esposa Bárbara (Alejandra Barros) actuará como el monstruo vicioso y despiadado que es.

No era un cacique ni un narcotraficante ni nada de las típicas representaciones del antagonismo. Era un hombre cualquiera, que te podías encontrar en la calle, que su sufrimiento lo transforma en sentimientos horrendos y perversos. Todo esto tenía origen de una infancia desdichada que tuvo con un padre del que repitió sus mismos terribles patrones. En la telenovela se le ve llorando, que sufre, entre su obsesión por su esposa, desea que todo haya sido distinto, pero no logra cambiar, por más que lo desea, no puede salir del laberinto y se introduce más.

Entre la forma de ser de este personaje asfixiante, otro de sus orígenes se encuentra en Conchita, su castrante madre, interpretada por la desaparecida actriz Magda Guzmán. Como Jaime, la humanidad que presenta Conchita es en el amor que tiene por su hijo, que al paso y paso de los capítulos se convierte en una feroz bomba de tiempo.

Conchita logra ser una villana sin igual porque logra hacer daño de forma atroz. Sus palabras son terribles, sus acciones destructivas, es un monstruo incluso peor que Jaime, pero también tiene una vida en la que el miedo, la escasa información y la educación de años pasados dictan su conducta. Si hubiera sido una madre que no se cegara a la equívoca vida de las costumbres arcaicas, pudo detener el mal de su hijo mucho tiempo atrás… pero le terminó perjudicando la vida como nadie lo hubiera hecho. Es una mujer que sufre demasiado y también construye sus sentimientos en formas oscuras y destructivas.

Maité, interpretada excelentemente por Sophie Alexander, sigo teniendo mi gran duda de considerarla como una villana. Hizo daño, menospreció a su marido Jorge (Mark Tacher) quien siempre la quiso y tuvo deseo de luchar por su relación hasta el punto que se pudo. Su obsesión por ser reconocida por encima de los hombres la llevó a traicionar a más de uno. Era una “feminazi” y eso tampoco es muy bien visto por muchos.

La índole de lo irónico se encuentra en los comentarios de Maité. Tiene una lengua venenosa, fuerte y filosa. Puede hacer sentir mal a cualquiera en menos de un minuto aunque hayan amanecido con todas las ganas del mundo, sin embargo, en muchas de las cosas que dice… ¡Tiene razón! ¿No se supone que un villano debe ser la representación de todo lo malo, lo negativo, lo equívoco? Esta mujer rompe las reglas.

Maité era una protagonista tan sufrida como las otras cinco de la telenovela. Sabía en su subconsciente que sus acciones eran malas y todavía deseaba seguir por su ambición, se atormentaba, le frustraba que ella misma se quitara oportunidades. Ya en la excelente recta final podemos ver que no cambia pero reconoce todo lo malo que ha hecho y lo que va perdiendo por sus acciones. Es aquí donde vemos que ella no era mala pero sí estaba muy sola en la vida y de ahí sus actos… por no estar acostumbrada a ser acompañada y hacer las cosas en equipo, terminó pagando caro sus osadías.




El Hotel de los Secretos

En la única telenovela razonablemente decente que Televisa tiene en su barra también se incluye el patrón del antagonista humano.

Doña Teresa Langre Vda. De Alarcón (Diana Bracho) resulta ser una villana atípica. Hace cosas atroces, destructivas, ruines, pero por otro lado, es una mujer bastante sufrida.

Podemos pensar que manipula los hijos a su antojo para conseguir beneficios, pero la realidad es que piensa que los ayuda, es decir, hablamos de una señora que no sabe cómo ayudar a sus hijos y para ello comete, comete y comete más errores a lo largo de la trama. Su obsesión por la “familia perfecta” la llevó a realizar, incluso crímenes.

En los capítulos actuales vemos cosas interesantes con el personaje de Teresa. En su recta final ya la veremos tal como es, no es mala, de hecho no merecía terminar mal, pero comete acciones imperdonables y es como una máquina maligna, a veces actúa sin querer hacer daño pero lo hace.

Llora en silencio, vive atormentada, si quiere a sus hijos pero no sabe cómo demostrárselos, desea que sean disciplinados y la termina regando. Puede tanto dar la cara por los tres como los puede hundir, he ahí la gran paradoja de la trama. Vivió años soportando una farsa de matrimonio, cargando con un hotel que la ha condenado a la más vil de las vidas y soportar ver a la amante de su marido, dando órdenes como el ama de llaves que es Ángela (Daniela Romo). A pesar de todo, pareciera que hay una mínima esperanza a su maldad, el misterioso doctor Vicario (Juan Ferrara) por quien nace una atracción, un sentimiento que podrían fortalecer, pero siempre se termina reteniendo. Curioso, una villana que se enamora y podría ser feliz… pero las circunstancias no lo ameritan.

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Por otra parte tenemos a Sofía (Dominika Paleta), que si bien no ha sido una villana completamente, ha creado situaciones atroces por culpa de los caprichos de la madre. Si hubiera sido por ella, otra vida pudiera haber tenido, se demostró cuando salió del hotel y cayó a parar al burdel disfrazado de convento cuando tuvo una atracción por el Padre Alfonso (Antón Araiza). No fue bueno lo que pasó ahí pero sirvió para darnos cuenta que es sólo una mujer que desea amar y ser amada, pero no puede.

Al regresar al hotel nuevamente vemos que la madre la orilla a seguir un matrimonio con Alfredo (Alejandro de la Madrid) ya sea por conveniencia o por un supuesto amor, que la ha encaprichado. Un amor que la hizo ocultar un embarazo falso, apoderarse de hijos ajenos a uno de los cuales termina matando. Sofía también es cómplice de atroces secretos como su hermandad con Andrés (Carlos Rivera) a quien desprecia por poder quitarle todo hasta el siniestro asesinato de Beatriz Zamora (Marcia Coutiño).

No parece una villana pero lo es y por culpa de su madre. Junto a su hermano Felipe (Pablo Cruz-Guerrero) han hecho cosas indebidas por a una pésima orientación. Hablando de éste último, este no será antagonista, pero también realizó cosas terribles. A pesar de todo, él abre los ojos capítulo a capítulo y se da cuenta que lo que hace está mal y desea cambiar.

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2 Comentarios

  1. Akira dice:

    Oye, haras reseña acerca de Sin Senos si Hay Paraiso?

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