Sueño de Amor, todo lo que no se debe hacer en una telenovela

Una lección para aprender
Se terminó la telenovela Sueño de Amor y deja una gran experiencia, una gran lección de LO QUE NO SE DEBE DE HACER EN TELENOVELA.
Siempre de los errores se aprende y este es un gran aprendizaje. El mosaico de programación que ofrecen los sistemas de paga, es muy vasto. Sueño de Amor no competía con ellos. Qué bueno que se hizo esta producción porque sirve para poner los pies en la tierra y aceptar que así no se puede trabajar.
No es un secreto que la telenovela es un producto que se vende en un mercado, que debe generar ganancias y se expone a que el público la mallugue, la observe, la huela y si está podrida o muy verde, al lado hay otra que cumple con las necesidades del marchante.
De lo mejor fue el trabajo del equipo que hizo las cortinillas. Muy actual, de hoy. Un dedo en touch cambiaba la pantalla de un celular y aparecían las escenas por venir.
¿Qué le pasó a Sueño de Amor? Trabajaron para la empresa, para Televisa y se trabaja para el público, la empresa espera resultados a través de este, es decir, el rating. Así lo creo. Confundieron los tiempos de furia en que estamos, con los tiempos de los años 90. Así se trabajó en Sueño de Amor, parecía telenovela de Emilio Larrosa, y no por nada, su escritor fue Alejandro Pohlenz. Pero no, era de Juan Osorio, quien se niega a trabajar con calidad, con estructura de guion, con estructura de personajes, con líneas argumentales bien asentadas, con trayectorias de personajes que empiezan de un modo y terminan de otro.
Todo lo que sucedió con Sueño de Amor viene del guion. ¿No hicieron psicología de personajes? ¿Cuál fue la sinopsis de principio a fin?
Sería una pena que se haya trabajado con terquedad y egos. No sirven, pudren al producto.
¿Había malos temas en Sueño de Amor? No, no los había, al contrario, eran buenísimos. Tenían la diabetes de tipo juvenil, la venganza, la espantosa enfermedad del cáncer, la educación en las escuelas, drogas, embarazos no deseados, alcoholismo y se habló también de otras enfermedades.
Todo se les fue de las manos a los guionistas porque las audiencias no les favorecían y no se preguntaron qué estaba fallando. ¿Cómo es que iniciaron una historia de ensalada de personajes sin pensar en las consecuencias? A lo mejor sí lo hicieron, lo pensaron, se arriesgaron y falló la técnica de Alejandro Pohlenz que triunfó en Muchachitas o Dos Mujeres un Camino ¿Plagiaron a Emilio Larrosa?
Entró Marjorie de Sousa a lo que se llama “reforzar el elenco” y se quedó con el protagonista. Esperanza (Betty Monroe) se conformó con ser feliz para siempre como sucesora de la maestra Jimena en Carrusel por los siglos de los siglos. ¿Le pusieron guardería o escuela? Parecía lo primero.
Juanito Osorio utilizó los mismos recursos de sus recientes historias e incluyó a cantantes para ver sí el público se acercaba, fue muy deprimente ver a El Chapo de Sinaloa actuando y haciendo coreografía con las palas, el talache y las varillas.
El elenco lo conformaron Betty Monroe, Cristián de la Fuente, Marjorie de Sousa, Carmen Salinas, Rodrigo Vidal, Sabine Moussier (ni ella se salvó), Julián Gil, Renata Notni, Lola Merino (se la pasó anunciando yogurts), Osvaldo de León, Beatriz Morayra, Julio Mannino, Santiago Ramundo, Ginny Hoffman, Polo Morín, Aída Pierce, Marco Méndez y Raúl Buenfil entre otros.
La dirigió Jorge Fons y no sé cómo le haría, después de tan buena carrera que lleva en cine, para abordar ese guion y llevarlo a la pantalla. También en la dirección estuvo Juan Carlos Muñoz.
Fue una gran experiencia ver Sueño de Amor, porque sin querer, enseñaron.
Disfruta todos nuestros artículos sobre Sueño de Amor dando click en la siguiente imagen:
Pero al menos las de Larrosa son entretenidas, esta estaba aburridisima aunque me pongo a pensar
¿Si sueño de amor hubiera sido una telenovela de los 90s habría sido más exitosa? Por qué los temas de los que hablan estaban muy bien quién sabe con otro tipo de público si hubiera funcionado ¿no creen?
Tal vez hubiera sido un éxito rotundo y todos la recordaríamos de otra forma , lastima que no estamos en los 90s