La Candidata no sirve para ser presidenta del país
Le faltan huevos
No está nada mal La Candidata, la nueva teleserie de Televisa, pero tenemos a la protagonista Regina (Silvia Navarro) buena, buena, buena, tan buena que si mata una mosca es capaz de ir a buscar a la familia de mosquitos y pedirle mil disculpas por el suceso, además de pagar todos los gastos del sepelio. Es decir, le falta carácter, vamos, hay que decir las cosas por su nombre, le faltan “huevos”, pero sucede que ese es su mundo de ficción, esa es su realidad y nosotros como público se lo tenemos que creer.
La propuesta es muy buena. Están tocando el tema de la política y entonces viene junto con pegado la palabra “poder”. La política es una mierda, eso lo sabemos todos pero la protagonista es desinteresada, no está ligada al poder, al contrario, hace el bien sin mirar a quién y se arrepiente cuando hace las cosas.
No sirve esta senadora para ser electa como presidenta de México. Ahora no, vamos a ver si más adelante saca el carácter. Si sigue así, se la van a comer los demás hijos de la chingada de sus contrincantes.
¿Por qué no la hicieron villana o antagonista? Estaríamos ante la llegada de una nueva Catalina Creel, pero no es así, quieren que tenga empatía con el público y es consejera matrimonial, asesora a su suegra, se preocupa de que su padre tenga una amante, sufre con su hijo, atiende a la gente en sus problemas, si ve un bache en la calle, corre por una pala y el producto impermeabilizante y lo aplasta con su pie, etc., etc., etc.
El nivel actoral saca adelante muchas cosas que no están tan seguras en el guion, donde sus creadores se toman licencias literarias que me parece no deberían ocurrir. Esta propuesta es más realista, la lógica debe estar más presente que la incongruencia.
Medio elenco de Para Volver a Amar está en La Candidata. No es sorpresa que Juan Carlos Barreto esté aquí. La cosa es que sale a cada ratito y ya no sorprende. Por eso viene la sobreactuación y la pose.
Regresaron a Televisa Rafael Sánchez Navarro, Ari Telch, Verónica Langer y Víctor González. Lo mejor es el trabajo de Silvia Navarro, que le quedan a deber.
Nailea Norvind sigue en maravillosa. Cada que sale con Víctor González, le da un par de patadas actorales. Se come todo.
Hacer melodrama no es gritar. Patricio Castillo es un primer actor, pero no ha parado de gritar desde que inició La Candidata. Tiene personaje interesante, pero no creíble. Están minimizando el poder que da ser político. Descubre a su esposa Natalia (Helena Rojo) en brazos de un hombre más joven (en realidad el actor Ricardo Crespo hasta canas tiene) y le da de cachetadas como Cándida a Dulcina en Rosa Salvaje. No, estos son personajes más fuertes, se lo habría de llevar al monte y soltarle un balazo al susodicho. En un capítulo el “jovenzuelo” se les escapó porque le pusieron cinta gris en la boca. Algo no está bien en el guion o en la dirección.
La producción de Giselle González es muy buena. Vamos a ver cómo reacciona el público de Televisa ante una teleserie de política. ¡Que la audiencia los ampare!
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