Silvana sin Lana. Crítica final de la telenovela

Al final se la comió El Tiburón
Silvana sin Lana es otra de las comedias dicharacheras de Telemundo, género con el cual abren su barra de telenovelas cada noche.
Es una historia original chilena sobre una mujer de clase alta que tiene que adaptarse junto con sus hijas y su madre a un estilo de vida más modesto y en el proceso todas encuentran nuevos amores.
(Spoilers) En el capítulo final ya estaba todo resuelto. Stella (Marimar Vega) acepta el amor de Silvana (Maritza Rodríguez) y Manuel (Carlos Ponce) y se queda con Poncho (Raury Rolander) de quien espera un hijo. Vicente (Ricardo Abarca) le da como sorpresa a María José (Marcela Guirado) un baile con medio elenco y le propone matrimonio. Manuel delega responsabilidades en la terminal a Poncho. Las tres hijas Villaseñor Rivapalacios (Marcela Guirado, Thali García y Briggitte Bozzo) se reconcilian con su padre quien recupera su antiguo estilo de vida. Silvana y Manuel se comprometen en una inusual ceremonia donde sus hijos pequeños los hacen realizar promesas de vida. Después los protagonistas intentan hacer el amor en su lecho nupcial pero son interrumpidos por toda la familia y se desata una guerra de almohadas. Finalmente para despedir la historia todos realizan un número de baile frente a la casa.
La transmisión en capítulos de dos horas aceleró la transmisión de esta historia en el horario de 1 a 3 de la tarde por el canal Gala TV. Los últimos capítulos fueron de una hora para darle paso al estreno de La Fan.
Historias como estas se prestan más para ser presentados como comedias de situaciones que como telenovelas. Desde el capítulo 1 ya se sabe cómo será el capítulo final y todo lo que hay entre ellos son nada más que situaciones que en una telenovela lucen como relleno. ¿Y un final con baile coreografiado? Nos gustan los finales diferentes pero este fue el colmo de lo chabacano.
Los cambios de vida de los personajes se presentaron todos desde el inicio y al final siguieron igual. Desde el principio Silvana queda pobre y con un galán potencial en puerta, al final se queda con el galán en sus brazos. Desde el principio Manuel tiene problemas con su novia y tiene un nuevo amor en puerta, al final se queda con el nuevo amor. Una de las únicas que si tuvo un desarrollo de historia fue Stella quien empieza como novia del galán y tras un cambio en su personaje termina embarazada de otro y perdonando a su antiguo novio.
En plena madurez Maritza Rodríguez volvió a estelarizar una telenovela y lució radiante en cada escena. En una historia sencilla supo llevar el drama de su personaje y acoplarse al nuevo mundo al que se enfrentó. En cambio Carlos Ponce se vio tan plano como siempre, simplemente sigue sin proyectar.
Bien por Marcela Guirado en su incursión en telenovelas extranjeras. En contraste aunque Marimar Vega se esforzó como actriz, ese tipo de papeles no le quedan, todo el tiempo parecía que era una invitada especial de programas como María de Todos los Ángeles o Vecinos. Adriana Barraza estuvo sobreactuada en un papel que así lo demandaba.
Ojalá que Telemundo analice la idea de hacer comedias de situaciones y nos evite este tipo de telenovelas que rápidamente quedan en el olvido.
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¿Qué? ¿es que acaso Maritza Rodríguez aprendió a actuar?, eso si que es un ¡milagro!
porquería de novela…lo único que enseña son puros malos ejemplos.
A mí me gustó, es bonita también es simple pero sin aburrir, yo literalmente me enamoré de esa novela.
Novela de por quería como que todos contra todos sin moral no hay valores
Me encanta la novela, ¡muy buena!, solamente que…, ¡no soporto a Lupita!, ¡es muy boba!, la veo y la escucho y me pone los pelos de punta. ¡Demasiado tonta!
personalmente me encanto, fuera de lo común, graciosa y literalmente excelentes actores desde los mas chicos hasta las personas adultas.