Su valor está en la gente

Entre tantas producciones de origen colombiano permeadas de violencia (Rosario Tijeras, Perseguidos, Anónima y Lady, la Vendedora de Rosas) nos llegó Amo Despertar Contigo como una opción de entretenimiento sin mucha pretensión.

El remake mexicano de Pobre Pablo (2000) relata la historia de amor entre el escolta Pablo Herminio (Daniel Arenas) y la chica rica Maia (Ela Velden), cuyas familias y su pasado son un obstáculo en su relación.

(Spoilers) En el capítulo final se descubre que Federico (Gonzalo Peña) sobornó a un juez para quedarse con la hija de Maia. Pablo y Maia recuperan a la niña y después se casan. En la boda todos están contentos y de repente llega Cindy (Sara Corrales) irrumpiendo el evento. La ex villana se muestra arrepentida del daño que causó y les pide perdón a Pablo y a Maia. En la boda Antonia (Aura Cristina Geithner) aprovecha para cantar una canción. Federico termina buscando formas de ganarse la vida primero como stripper pero las organizadoras del evento lo echan por chafa y después como valet parking. Después continuó un alargue donde vimos la luna de miel de los protagonistas en una playa y con un ritual indígena. Cindy incursionó en el mundo del boxeo y posteriormente nos presentaron una serie de reflexiones sobre los despertares de cada uno de los personajes principales.

Una hora hubiera bastado para contarnos el final de este drama ligero de dos enamorados de mundos distintos y rodeados de una serie de personajes muy particulares.

Era preferible que para rellenar el tiempo de programación repitieran algún programa viejo (como acostumbran últimamente) tipo La Familia Peluche que tener que chutarnos el tedioso alargue después de la boda de los protagonistas. El relleno solo nos deja un mal sabor de boca.

La versión y libretos de María Cervantes Balmori, Luis Mariani y Mariana Palos junto con el excelente elenco escogido por el productor Pedro Damián resultaron en un producto decente para su horario. El punto del que no logran salir bien librados es en las escenas que pretenden hacer cómicas. El trabajo se va al caño cuando los personajes (sobre todo los de servicio) intentan hacerse chistosos.

En cuestión técnicas no hay nada que comentar, fue otra telenovela más hecha en los foros de Televisa.

Velden y Arenas lograron una buena conexión en este trabajo. Definitivamente la telenovela no era un vehículo de lucimiento para la protagonista femenina pero Velden cumplió como actriz en su papel. La historia original se titula Pobre Pablo pues la mayor parte del drama recae en el galán y al actor colombiano supo poner cara de compungido en media novela. Eso sí, al final fue feliz y mostró sus dotes de bailarín.

Un gran acierto fue la combinación de actores experimentados con jóvenes talentosos de gran potencial. Muy bien estuvieron Aura Cristina Geithner como la rica empresaria que quería ser cantante norteña, Enoc Leaño como un hombre terco que se resistía a reconocer el verdadero amor, Alejandro Calva como el conciliador padre de la villana, Leticia Huijara como la traumada madre del protagonista y Rodrigo Murray como un hombre estoico que termina refugiándose en el yoga.

Los jóvenes que se lucieron fueron Sara Corrales quien se mantuvo encantadora hasta en el final cuando pide perdón, Gonzalo Peña quien por fin se soltó y mostró su versatilidad, Christian Chávez a quien le están sentando muy bien los años, Marcus Ornellas quien ya está agarrando cayo como actor, Estefanía Villarreal muy linda en su papel de amiga de la protagonista, Daniel Tovar con su simpático papel de godínez azorrillado por el villano, Lucas Bernabé como un guapo cabeza hueca y Alejandro Valencia como un serio escolta.

Bravo a todo este ensamble actoral y a la música de Carlos Vives y Maluma quienes alegraron las tardes mientras duró esta telenovela.

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