Nacida inocente

El remake de Bella Calamidades (2010) de Julio Jiménez se estrenó por Las Estrellas bajo la producción de Ignacio Sada Madero y con el título de Mi Adorable Maldición.

La telenovela inicia con el nacimiento de Aurora y la muerte de su madre Carmen. La curandera Macrina (Socorro Bonilla) al revisar a la niña le ve un lunar supuestamente en forma de calavera y la repudia al decir que es la hija del diablo. Anselmo (Ignacio Guadalupe) protege a la niña y corre a Macrina pero mientras ellos discutían el cuerpo de la muerta desaparece. Después resulta que el viejo Severo (Roberto Blandón) (no queda claro si es el padre de Carmen u otro enamorado) se robó el cuerpo para sepultarlo. Anselmo quiere bautizar a la niña pero no encuentra madrina, sin embargo oportunamente la señora Elsa (Maya Mishalska) está en la iglesia y se ofrece a llevar el título con honor. Macrina se encarga de alebrestar al pueblo en contra de la niña y Anselmo para protegerla decide aislarla de todo y él mismo se encarga de enseñarle educación básica. Pasan los años y la niña curiosa va al pueblo. Macrina la descubre y una turba de gente la empieza a molestar. Rodrigo, el hijo de doña Elsa, se aparece y la defiende. Elsa llega también y queda encantada de conocer a su ahijada. Los niños empiezan a convivir cada vez más y más mientras que Anselmo se enferma.

Sobre la trama de la telenovela se comentó en redes que tenía tintes de Simplemente María, Marimar, Mariana de la Noche, Corazón Indomable, etc. etc. Y pues sí, tienen cosas en común ¿será que este estilo de telenovelas ya merece un nombre especial que no sea “de peladita”? ¿Las marinovelas?

Creo que nunca habíamos visto actuar tan intensamente a Ignacio Guadalupe y a Alejandro Ruiz como en el arranque de Mi Adorable Maldición. Parece que el director de escena les movió fibras para que imprimieran pasión a sus escenas. Lo opuesto ocurrió con los extras (como siempre) que no fueron bien dirigidos.

Socorro Bonilla como la bruja del pueblo no nos convenció, ya está muy viciada haciendo personajes de servicio y clase baja.

Bien por Roberto Blandón y Maya Mishalska quienes se salen de su zona de confort probando papeles muy diferentes a los que habían interpretado.

Por último cabe mencionar que no hubo créditos en este primer capítulo y el tema de salida fue una música de banda.

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