Rosario Tijeras, un mal necesario para TV Azteca

Introducción
Con la nueva generación de teleseries que duran menos que un suspiro pero que dejan una huella fuertemente marcada, cierra la que podría ser la primera temporada (quizá de varias) de Rosario Tijeras, historia que cautivó a masas enteras, convirtiéndose en el melodrama más seguido del país.
¿Por qué melodrama? Porque a pesar de tanta balacera, personajes oscuros y desalmados y de contar la historia de la sicaria de fuerte estómago era prácticamente una historia de amor y pasión.
Los protagonistas Bárbara de Regil, José María de Tavira y Antonio Gaona se deben sentir sumamente sorprendidos por el impacto que tuvo la teleserie, sin embargo, no todo lo que brilla es oro, así de simple, así de sencillo.
Rosario Tijeras pudo ser un excelente evento si las cosas que se manejaron de forma externa se hubieran corregido a tiempo y no se hubieran aprovechado como un imán de personas a la “facilita”.
Contexto de transmisión
Empezó siendo ferozmente criticada por muchos al ver como la protagonista Rosario, inicia como una adolescente, cuando a Bárbara de Regil ya se le notaban los años que se carga. A pesar de todo, su actuación jamás disminuyó la intensidad, al contrario fue de menos a más.
Con el paso del tiempo la empresa vio que acertó con la contratación de Joshua Mintz y su NarcoTelemundo. Antes de Rosario Tijeras, las empresas nacionales no hacían narconovelas o productos donde se enalteciera a sicarios, ya luego Imagen TV anunció que una de sus primeras producciones sería Perseguidos, remake de El Capo.
Nadie decía nada con el paso de los primeros capítulos. Se notaba la completa ausencia de personalidades de peso, cualquiera pensaría que esto no iba a triunfar pero la sorpresa es que sucedió todo lo contrario. Cuando al principio solamente Bárbara de Regil lucía, más adelante otras figuras se compartieron la rebanada del pastel y se ganaron el cariño o el odio del público en esta adaptación de Adriana Pelusi y Carlos Quintanilla (Sin Rastro de Ti). Así tenemos los ejemplos de: José María De Tavira (Antonio), Antonio Gaona (Emilio), Luis Alberti (“El Brandon”), Christian Vázquez (“El Fierro”), Vanessa Bauche (Ruby), Ariana Ron Pedrique (Paula), Sophie Gómez (Marta) y por supuesto los grandes antagonistas: Hernán Mendoza (León), Pakey Vázquez (Toby) y Pascacio López (“El Peludo”). Todos ellos lo lograron y pasaron la prueba.
En cuestión de realización de personajes, sentimientos y actuaciones, no hay mucho en que meterse. Aún y con sus notorios altibajos de dirección escénica, todos ellos se construyeron un personaje, lo sintieron suyo y triunfaron. Cosa que en otros lados nomás no se logra.
La parte de la producción, manufactura, dirección de cámaras, planteamiento de locaciones y la fusión de estas con la trama se llevan el 10. ¡Un gran avance para la televisión mexicana!
Los créditos de entrada eran espectaculares, con una canción pegajosa y un buen patrón de seguimiento de las letras, las escenas y las tonalidades. Fueron muy interesantes.
Una de las virtudes de Rosario Tijeras fue su agilidad convirtiéndola en un centro de adrenalina. Esto resultó atractivo y de ahí su triunfo. No fueron requeridas grandes personalidades para contar una historia, creo que de esto sí habría que aprender.
Y aunque Rosario Tijeras tiene todas estas virtudes, está demasiado lejos de ser perfecta. Tal parece que fue un mal necesario.
¿Villagonista, narco, sicaria o medio comercial?
Lo más grave de Rosario Tijeras fue toda esa pretensión tan marcada que había detrás de ella. No se puede comparar esto con El Hotel de los Secretos que quería aparentar un nuevo cambio en Televisa, o con el mundo policiaco-ficticio de Mujeres de Negro, o con el experimento de mini-telenovela de Sin Rastro de Ti o con el mundo político sumergido en un mercado de lágrimas como La Candidata. ¡No se puede!
¿Qué tienen El Hotel de los Secretos, Mujeres de Negro, Sin Rastro de Ti y La Candidata para ser mejores que Rosario Tijeras?
1.- Parecen mexicanas.
2.- No se estuvo presumiendo en varios de estos títulos que cambiarían el rumbo televisivo.Quizá las publicitaron de una forma que querían dar ese mensaje pero sus productores jamás dejaron de ser humildes.
3.- No se jugó con el narco y las matanzas sin rebasar el límite.
4.- Estuvieron en su tono para estar dentro del horario estelar.
5.- Y lo más importante fue la forma en cómo se desarrollaron siguiendo un hilo de congruencia que no perdieron.
¡Claro! No superaron el éxito de Rosario Tijeras pero sí representaron un avance sin recurrir a la terminología del “rating fácil”.
Y lo más grave de Rosario Tijeras fue la serie de hipocresías o aclaraciones poco convincentes que se dieron a lo largo de la trama.
Para confrontar las propuestas de leyes “antinarconovelas”, sus responsables y la empresa dijeron cosas muy contradictorias. Su discurso se viene abajo,con tan sólo ver un capítulo de la teleserie. También justo al principio se reestrenó la campaña Vive Sin Drogas con un spot donde también salió Bárbara de Regil. Buena forma de lavarse las manos.
Además nadie describía bien en entrevistas al perfil de la protagonista. “Que si Rosario era buena”, “no era mala”, “es noble y de buen corazón”. A ver, a ver, a ver… Rosario Tijeras queramos o no, es una villagonista. Tal como en su tiempo Senda Prohibida, Rubí, Teresa, La Sonrisa del Diablo y El Ángel Caído entretuvieron con protagonistas atípicas, ahora le tocó a esta teleserie.
Una de las pruebas más contundentes fue como se manejó esa relación a muerte entre Paula (Ariana Ron Pedrique) y Rosario. Ellas estuvieron enfrentadas de principio a fin por el amor a un hombre. Paula llegó a cometer el peor error de su vida en la recta final. ¿Y quién quedó como villana? Paula, no Rosario, no aquella que envió a los dos hombres que tuvo locos a una guerra de sangre y violencia. ¡Hasta su madre la despreció por ver el monstruo en el que se convirtió!
El mal manejo de información para enaltecer a una sicaria en lugar de mostrarla como lo que era, una villagonista, fue lo que terminó de manchar el éxito de esta teleserie. Por eso Rosario no se puede comparar con otras protagonistas como Macarena de Vis a Vis.
No puedo decir ¡adiós Rosario Tijeras! porque ya prometieron que van a volver. Es por eso que se va como un mal necesario para TV Azteca, porque hicieron de su protagonista un medio comercial tan fuerte que les levantó la barra que habían tratado de levantar desde hace mucho tiempo, sin mayor esfuerzo y ahora de una manera tan fácil y poco verosímil. Sólo espero que este jale de audiencia sea por lo menos algo positivo para que otras historias de la empresa que sean mejores que ésta, tengan un buen lugar en las audiencias.
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Ya estuvo que nunca vamos a salir de las horrorosas narconovelas, si tienen tanto éxito las televisoras van a seguir produciéndolas a granel, lo cual me parece muy lamentable. Luego nos sorprendemos de que haya tanta violencia, si es que está hasta en lo que escuchamos en la radio y en lo que vemos en la televisión, y lo peor es que ¡el público lo disfruta!