Educando a Nina. Crítica final de la telenovela

Educación trunca

De una manera repentina terminó el remake de la telenovela argentina Educando a Nina por Azteca Uno. El precipitado final transmitido en sábado por la noche se debió a los ajustes que la televisora se encuentra realizando para convertirse en un canal “en vivo” y dejar las ficciones “premium” al canal Azteca Siete.

Educando a Nina es una comedia fársica de enredos sobre dos hermanas gemelas separadas al nacer que crecen en mundos totalmente opuestos: Mara es una chica rica mimada y Nina es una pobre corista de un cantante de reggaetón.

(Spoilers) En el capítulo final Mara (Cynthia Rodríguez) hace que Willy (León Peraza) falsifique los exámenes de ADN que comprueban que ella y Nina son hermanas pero enseguida se descubre el engaño y Nina se da cuenta de que Manuel (Marco Treviño) es su padre. Luca (Antonio Gaona) le propone matrimonio a Nina. Daddy Papi (David Palacio) se reconcilia con la Negra Graciela (Erika Fernández). Manuel descubre que el nuevo libro que publicaría y que supuestamente era de Luca en realidad fue escrito por Salo (Alejandro Ibarra) y lo felicita. Antonio (Alex Sirvent) se convierte en el manager de Daddy Papi. Andrea (Martha Cristiana) y Willy secuestran a Manuel, Mara y Selva (Pilar Ixquic Mata) pero rápidamente la policía los detiene. Mara hace las paces con Nina. En un evento de reconocimientos musicales Daddy Papi y Nina ganan importantes premios. Finalmente Luca y Nina se declaran su amor en lo alto de un edificio.

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En el desenlace de esta telenovela la energía con la que habían empezado ya no fue la misma. Pareciera como que si el anuncio del recorte de capítulos hubiera tenido un efecto negativo en lo que nos entregaron tanto los escritores como los actores.

Así vimos que Mara seguía haciendo maldades pero todo se resolvía minutos después. De pronto vimos también que Mara terminó por aceptar a Nina tras aborrecerla toda la novela.

Algunos actores como Luis Fernando Peña, Estefanía Hinojosa y Alejandro Ibarra se notaron desubicados y terminando su trabajo solo por compromiso.

En este final tampoco nos salvamos de los clásicos villanos que se vuelven secuestradores y expertos en el manejo de armas justo en el último momento. La escena donde la policía los captura rayó en lo patético.

Tras el final de Educando a Nina de nueva cuenta TV Azteca suspende la producción de telenovelas tal como lo hizo hace años después de Tanto Amor (2015).

A pesar de ser un guion de éxito probado, Educando a Nina no dio los resultados que TV Azteca esperaba pues hasta la repetición de Rosario Tijeras Temporada 1 por Azteca 7 tuvo mejor audiencia.

Consideramos que el trabajo de todo el elenco fue bueno sobresaliendo la protagonista en dos personajes muy distintos, Rodolfo Valdés quien cristalizó un gran trabajo de equipo entre los escritores y su director de escena, y David Palacio, Alex Sirvent, Wendy de los Cobos, Luis Miguel Villoslada y Martha Cristiana en simpáticos papeles.

Alejandro Ibarra sigue repitiéndose en sus papeles cómicos y nos recordó el caso de la poco creíble actuación de Arath de la Torre en Caer en Tentación. Qué tiempos aquellos donde Ibarra personificó a un perverso canalla en Amarte es Mi Pecado (2003).

Da gusto ver a actores que se formaron en Televisa integrarse con fluidez a proyectos de cualquier casa productora. Alex Sirvent, David Palacio, Alejandro Ibarra y Darío Ripoll entre otros tuvieron una exitosa participación en este proyecto. A la que le quedaron a deber fue a Julissa con un papel de cero lucimiento.

Se fue Educando a Nina sin dejar un hueco difícil de llenar. La televisora rellenó su espacio en la parrilla con capítulos dobles de la telenovela turca Fuerza de Mujer y la siguiente semana transmitirá la segunda temporada de su exitoso Exatlón.

Ojalá que todos los involucrados encuentren trabajo pronto.

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2 Comentarios

  1. Elizabeth dice:

    Pienso que desnaturalizaron tanto a los personajes causando que la base de la historia, lo que le da estructura, quede desmoronado. Haciendo así un producto incompleto y con muchas incoherencias en varios personajes.
    Digo, la creación de un guión, es como la receta de una materia prima. Si quieres alterarla para crear un derivado de la misma, debes ser consciente de no perder detalle de aquellas características que le da una base.
    Selva que tuvo un problema psicológico / obsesivo bastante importante en toooda la novela de repente, así como si nada, la transforman en una victimaria. Y todos los que querían saber su historia y cómo se originó esa obsesión se quedaron con mal sabor de boca.
    A Susy, la amiga de Nina, le quitaron un elemento que la caracterizaba bastante. El aprecio sumiso que ella sentía por su ex Ronaldo, quien abusó y maltrató de ella hasta quedar en prisión por delincuente.
    Nico fue un cero a la izquierda mientras que este personaje en su versión original fue uno de los más recordados. El papel de este personaje era justamente hacer bromas de su propio estado físico y eso en esta adaptación claramente no ocurrió.
    Y como no olvidarse de Mara, que pese a que dejó una pequeña huella en algunos televidentes y fue simpática, no acaparó ni un céntimo de lo maquiavélico y repulsivo que debía ser ese personaje.
    Odiarme si es lo que desean. Pero pese a tener música alegre, la banda de Daddy Papi paspó moscas casi toda la novela… Ya que el tipo de reggaetón que manejaban es el tipo de música que se realiza de manera computarizada. Con programa al estilo «FL Estudio».
    Si escuchas cada canción difícilmente oirás guitarras, baterias o bajos. Muy diferente a su contra parte que sí tenía un género musical que depende de ellos.
    Errores a saco diría yo. Pero eso no quita que esta sea una opinión más de tantas otras, Saludos.

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