Víctimas de Directivos: María Magdalena y Cita a Ciegas

Introducción
Este año hemos tenido que sortear obstáculos muy tremendos en cuestión de telenovelas y serienovelas porque se ha producido gran contenido irrelevante, ya ni malo, simplemente, sin nota alguna. El adelgazamiento de barra melodramática más extremo en la historia de Televisa y con el peor tratamiento que se le puede dar, empieza a ser dramático.
Entre lo más relevante tuvimos a Cita a Ciegas por Televisa y María Magdalena por TV Azteca. Pienso hacer un artículo a cada una pero ambas acaban de compartir una tragedia similar y es el abuso de sus propias televisoras.
Hemos llegado a un punto con la crisis de televisoras, donde los directivos creen que ya pueden faltarle al respeto al público porque sus caprichos están ante todo. Veamos la gestión de Alberto Ciurana y Patricio Wills, igual de fallidas las dos, y donde el último ya esperaba lo que todo mundo cree que será el “salvavidas”: Fábrica de Sueños.
María Magdalena: de la calidad a la basura
Prometo hacer un artículo especial para María Magdalena cuando acabe de verla por Netflix ya que es un contenido que vale la pena destacar, sólo acentuaré en lo que pasó con su fracaso en México.
Alberto Ciurana, el Director de Contenido de TV Azteca, es reconocido por sus polémicos tuits y peleas cibernéticas pero más que nada, por llevar a la empresa a la situación en la que está actualmente. Su postura con la telenovela es de una persona muy supuestamente moderna pensante y proclama que la serie es el género predominante.
Aunque Rosario Tijeras y María Magadalena caben perfectamente en el género de la década, “la serienovela”, para el señor Ciurana, son series, así tajante.
La experiencia con El Hotel de los Secretos (2016) me dejó una importante lección: cuando una historia de época va directo al fracaso, a la televisora le da pánico presentar otra de su estirpe con el temor al mismo resultado y eso sucedió con María Magdalena, al ser una serienovela bíblica.
Quien vea la producción estelarizada por María Fernanda Yépez, Manolo Cardona y Luis Roberto Guzmán, sabrá a simple vista que no cuesta $3. TV Azteca estuvo apostando y creando contenido que quedó enlatado, por ejemplo, Desaparecida, la telenovela con Andrea Noli o la también de época, La Bandida con Sandra Echeverría, las cuales tienen tiempo de concluidas y jamás han sido emitidas en televisión abierta (la última está disponible en Prime Video), por un evidente temor.
María Magdalena corrió con la misma suerte, pasaban días y días pero jamás logró llegar a ser parte de una programación habitual en todo 2018, hasta que se les ocurrió colocarla no en el canal principal Azteca 1, sino en Azteca 7 y peor aún, no en un horario donde la gente estaba acostumbrada. Las 9:30 de la noche era la hora fundamental para TV Azteca pero no en el canal 7, ahí bien pudo ser emitida en el espacio de un público acostumbrado a Rosario Tijeras.
Estamos hablando de un producto complejo y atípico donde no es fácil de entender en cualquier capítulo si no viste el inicio. Está tan bien escrita que rompe con la costumbre de agarrarle el ritmo así ya haya estado empezada y para entenderla se necesita un “¿Por qué hacen eso?” “¿Por qué se plantea la crisis del conflicto?” Toda su raíz empieza desde el capítulo 1, entonces, dígame, con estos antecedentes, ¿creen que estarla cambiando de horario de 9:30 a 10:30 en lapsos con una publicidad por demás, mediocre, el público voltearía a mirarla?
Ante el evidente grave error de los directos de TV Azteca, decidieron recortarla a la mitad y usando excusas tipo UEPA: Un Escenario para Amar (2015), nos hicieron creer que acababa una temporada y cuando saben que muy probablemente nunca transmitirán otra, es sólo una estrategia para deshacerse de estorbos de barra. Para el señor Ciurana la mayor excusa ante su ineptitud fue decir que “María Magdalena no era una telenovela, sino una serie y se contará por temporadas”.
¡Qué chiste tan absurdo! Hay un público que se acostumbró a verla, así sea mínimo o máximo. Recurrir a todo este circo de horarios y justificaciones sólo habla de una empresa que no sabe ni siquiera dónde está parada encabezada por gente inexperta para resolver cuestiones. Hasta la actriz María Fernanda Yépez mostró su descontento en redes sociales ante la cancelación.
Cita a Ciegas: la ceguera del dueño
Bien hice en su momento defender a la señora Rosy Ocampo, una mujer que tenía los pantalones bien puestos y que logró colocar disciplina donde hacía falta. A la ex directora de Televisa Telenovelas siempre le aplaudí su trabajo por saberse arriesgada y apoyar un contenido para su propio país, sin embargo, tras su justificable pero terrible salida, la transición al colombiano Patricio Wills fue por demás desafortunada.
Mientras la señora Ocampo trabajaba para una Televisa de mexicanos, el señor Wills lo hacía para una Televisa de extranjeros.
Visiblemente, los trabajadores de la empresa no tienen una buena relación con Patricio Wills y curiosamente nuevos productores han entrado al ruedo, entre ellos, el hijo del comediante Jorge Ortiz de Pinedo, Pedro, a quien se le encomendó producir Cita a Ciegas.
Hace unos años para comparar el contraste de lo que se hacía en otros lados con el panorama nacional del entretenimiento, mencioné a la versión española de esta telenovela, Ciega a Citas (2015), serienovela que junto a la original argentina del mismo nombre, fueron nominadas al Emmy Internacional a Mejor Telenovela, un privilegio muy poco visto por México. Entonces pensé, quizá ahora si es la oportunidad de Televisa para entrar al ruedo.
Con una propuesta de humor diferente, tuvimos un lanzamiento protagónico por demás afortunado como Sofía Garza, el retorno de Victoria Ruffo, finalmente en un personaje diferente, grandes actores como Susana Alexander, gente de todos lados en un mismo espacio. ¡Parecía fenomenal! Además de muy buenos exteriores y locaciones.
¿Y qué pasó? Hace una semana fue cambiada de horario, del prime time a plenas 2:30 de la tarde, como la telenovela más humillada de Televisa en una década y las razones pueden ser muchas.
Tal como a María Magdalena, al productor Pedro Ortiz de Pinedo lo tuvieron en la banca, visualizando sus producciones y elenco con Nube para que al final se la canceleran y cuando vio por fin Cita a Ciegas, le recorrieron el horario.
Han dicho que fue por falta de rating (aunque cumplía un parámetro no tan desigual con la producción estelar y con la competencia), por la vanidad del señor Wills, porque no le gusta a la gente ver a Victoria Ruffo haciendo comedia o por una venganza hacia el hijo de Jorge Ortiz de Pinedo por una batalla legal de éste contra Televisa.
Sí, razones hay muchas pero aquí quien queda mal es Televisa, como hace meses quedó terrible TV Azteca, porque no estamos viendo una solidificación en las decisiones ejecutivas, ni un respeto al público, ni nada, sólo vemos a un par de directivos que les quedó grande el saco, la verdad. Los señores Ciurana y Wills no han podido con el paquete, se han vuelto la comidilla de la mediocridad por no saber rescatar el género melodramático que tanto dio redituabilidad a sus respectivas empresas.
Los dos tienen mentalidades parecidísimas, piensan que con adelgazar las barras y los melodramas, entrarán a la TV de primer mundo con un montón de series y entre ellos arrastran a sus respectivas empresas, porque las vuelven un hazmerreír.
Wills ya fue removido de su cargo pero ¿qué más tiene que pasar para que el otro continúe en su puesto? Por primera vez, vi gente descontenta exigiendo en redes sociales la renuncia de los directivos, como una cacería de brujas.
Estamos llegando al colapso de lo que alguna vez fue la televisión mexicana y nadie hace nada por rescatarla. En cuestión de poco tiempo, una revolución se desató contra estos personajes por su terrible arrogancia y su poco tacto con la gente.