Crítica retro: El Desprecio (1991)

Melodrama de los 90
A través de la plataforma Vix pudimos apreciar una telenovela venezolana que en su momento causó sensación y que 30 años después sigue siendo recordada. Se trata de El Desprecio original de Julio César Mármol.
En 1991 esta telenovela protagonizada por Maricarmen Regueiro y Flavio Caballero mantuvo en vilo al público de Venezuela en el horario nocturno. Posteriormente recorrió varios países latinoamericanos.
El Desprecio es el drama de una cenicienta ambientado en el mundo de las familias adineradas de Caracas y con tintes de thriller.
Cenicienta miope
La bella Clara Inés (Maricarmen Regueiro) es una chica miope y tartamuda que vive en un hospicio al borde de la ruina en la ciudad de Coro. Cuando se entera de que es descendiente de la poderosa familia Santa María emprende un viaje a Caracas en busca de apoyo económico para los niños del hospicio. Al inicio del viaje, Clara Inés conoce al ingeniero Raúl Velandró (Flavio Caballero) quien le oculta que es casado para divertirse con ella.
Raúl es hijastro de Israel Santamaría (Carlos Márquez), el patriarca de la familia. Su madre es Pastora Lara Portillo (Flor Nuñez), la segunda esposa de Israel. Veinte años atrás, Pastora ordenó la muerte de Clara Inés por ser la heredera legítima de los Santa María pero su plan falló. Cuando Pastora se entera de que Clara Inés está viva comienza su plan para deshacerse de ella.
Con ayuda de su cómplice Elisenda (Dilia Waikarán), Pastora comienza a darle a Clara Inés un veneno para volverla loca lentamente. Así, la inocente Clara Inés cae en una telaraña de intrigas y sufre toda clase de vejaciones por parte de varios miembros de la familia Santa María. Su mayor aliado es su tío Cirilo Santa María (Alberto Álvarez) quien por años ha sido enemigo de Pastora.
Al tocar fondo, Clara Inés se propone vengarse de todos los que la hicieron sufrir incluyendo a su amado Raúl Velandró.
Una historia llena de agujeros
Viendo esta telenovela 30 años después, resulta increíble que una trama con un planteamiento tan endeble y con tan poca lógica se haya autorizado para su producción. Más adelante resaltaremos sus valores, pero de entrada notamos que con varias llamadas telefónicas se hubieran resuelto todas las penurias de la protagonista desde el capítulo 1.
El patriarca Israel Santa María es un bobo al que su malvada esposa Pastora maneja a su antojo. Nunca se da a entender por qué desde un principio Cirilo no le dice directamente a Israel que Clara Inés es su hija y que Pastora es una asesina. Así pasan más de 150 capítulos de alrededor de 20 escenas cada uno donde los diálogos estiran la trama. Eso sí, los diálogos son nostalgia pura pues en esta época ya pocos escriben parlamentos largos con tanto sentimiento melodramático.
Desconocemos si la versión de Vix es la edición original pero notamos una rara edición sobre todo en la última parte. Pareciera que hubieran recortado escenas importantes lo que demerita la continuidad de la historia.
El desarrollo
La telenovela contó con un poderoso tema musical a cargo de Rudy La Scala (Cristal, 1985) titulado “¿Por Qué Será?”. Con su letra que dice “¿Por qué será? Que los amores prohibidos son más intensos que los permitidos”, ya nos daba una idea de la trama de una mujer con un hombre casado.
A mitad de la novela se notó que quisieron alargarla haciendo de Clara Inés una fugitiva. Temiendo ser recluida en un manicomio, Clara Inés vagó por Caracas y buscó la forma de subsistir por su cuenta. La pobre protagonista fue entre otras cosas payasa de feria, flautista en un conjunto de un night club hasta vendedora en un puesto de hot dogs.
Otra muestra del alargue fue la trama de los personajes españoles. De repente nos mostraron una historia ambientada en España mientras que en Caracas todo transcurría a paso de tortuga.
Vale mencionar los cierres de cada capítulo, pues tanto por su trama, actuaciones y musicalización de suspenso, dejaban enganchados a los televidentes.
Lo camp
El Desprecio es una delicia para los amantes de lo camp. Los escritores se dieron vuelo inventando personajes y situaciones tanto estrafalarios como exorbitantes.
En el mundo de los Santamaría toda la familia vive en una mansión pero casi nunca coinciden. Nadie se entera de lo que sucede en otra parte de la casa.
La gran ultravillana Pastora Lara Portillo es una mujer que sabe pilotear aviones, es deportista, sabe de armas, practica las artes marciales, ha viajado por todo el mundo y además es el cerebro financiero de las empresas Santa María. Irónicamente, ella es una mujer muy completa pero le falta sexo pues Israel es impotente con ella. Aplausos a Flor Núñez por su gran interpretación que dejó huella. Cabe mencionar que en la vida real ella es solo cuatro años mayor que Flavio Caballero quien hacía de su hijo.
Además de las composiciones de Chopin que acompañaban a Pastora, en la banda sonora también incluyeron temas de Wagner, Ravel, Verdi y de El Aprendiz de Brujo de Paul Dukas. En una escena hasta hacen referencia a la ópera La Traviata donde un personaje le lanza billetes a otro. Hasta el tenor Plácido Domingo estuvo incluido en los diálogos y hubo muchas referencias culturales más.
De risa loca estuvieron muchas escenas entre Pastora y su cómplice Elisenda como las brujas del cuento. Elisenda era un “experta en venenos” y en un cuarto secreto, tenía una colección de sustancias para poder atacar en distintos puntos a sus enemigos.
Otra muestra más de la imaginación bárbara de los escritores fue el personaje que se ocultaba tras una máscara japonesa a quien Pastora tenía escondida en el sótano. Hasta el final supimos de quién se trataba y por qué la villana la encerró durante 20 años.
El talento
Gran parte del encanto de esta telenovela fue la química entre sus protagonistas quienes ya habían trabajado juntos en Señora (1988) y Amanda Sabater (1989). Después lo volverían a hacer en Amores de Fin de Siglo (1995).
Maricarmen Regueiro se lució interpretando a una mujer miope y tartamuda que se transforma en una bella heredera. Flavio Caballero también cumplió como el hombre dividido, no solo entre el amor de dos mujeres sino también entre la lealtad y la justicia.
Como mencionamos anteriormente Flor Núñez se llevó la novela con sus parlamentos inolvidables. También admiramos los trabajos de Alberto Álvarez; Jorge Luis Morales como el odioso Edilio; Virgilio Galindo como el chofer Colimodio; la bella Ana Karina Manco como la esposa de Raúl; Hilda Abrahamz como la envidiosa Lucely; Héctor Manrique como el malvado Fabio y muchos más.
Enrique Ibáñez, quien personificó a uno de los Santa María, en 1997 llegó a México para actuar en Amada Enemiga. Dos años más tarde participó en El Niño Que Vino del Mar. En El Desprecio también vimos uno de los primeros trabajos de la talentosa Sonya Smith. Ella interpretó a una prima de Raúl Velandró.
Es curioso ver que unos ya murieron, otros se retiraron y otros siguieron triunfando.
El Desprecio de 1991 es una telenovela policiaca-romántica que la gente recuerda con mucho cariño. En el 2006 se realizó un refrito con Flavia Gleske y Ricardo Álamo.
Qué bueno que hayas hecho reseña de una telenovela venezolana. Solían producir y vender la mayor cantidad de telenovelas en comparación con México, una pena que ya no produzcan en ese país. Esperando ver más reseñas de telenovelas venezolanas