Las estrellas que México no apreció

Del mundo para México
Con el inicio de grabaciones de Corazón Guerrero -producción con la que Salvador Mejía regresa a Televisa tras 5 años de ausencia- llegó una noticia que ha causado opiniones encontradas y es que su protagonista será Alejandra Espinoza (a quien vimos en Rubí de 2020). A pesar de que Espinoza es mexicana, su carrera ha sido prácticamente nula en nuestro país. Aunque habrá que darle el beneficio de la duda, su lanzamiento protagónico, nos recuerda otros casos de actores y actrices que han venido a México, pero que no han logrado el reconocimiento esperado.
Sin duda, traer extranjeros para estelarizar melodramas, siempre ha generado controversia. La decisión de optar por extranjeros teniendo muy buenos intérpretes formados en las escuelas de las televisoras o en institutos nacionales, muchas veces molesta al público, quien reconoce a sus estrellas. Al final del día, es el propio auditorio quien las hace o las sepulta.
Comencemos con el recuento de actores de otros países que tardaron más en llegar a tierras aztecas, que en irse.
Rodolfo Bebán (Argentina) – Muñeca
En 1973 Fanny Cano estelarizó una telenovela más. La historia se tituló Muñeca y narraba las peripecias que una pareja de enamorados de diferentes clases sociales tenían que enfrentar para poder ser felices.
Para el papel de Daniel, un joven huérfano que se aburre de su vida de rico, se llamó al argentino Rodolfo Bebán, quien contaba con reconocimiento en su país. Sin embargo, pese a ello, su paso por México fue fugaz y tras culminar su trabajo en la telenovela, regresó a Argentina donde continuó su carrera.
Linda Cristal (Argentina) – El Chofer
En 1974, el señor telenovela Ernesto Alonso, produjo El Chofer, un drama que presentaba las desventuras de Julia, una mujer que huía de su esposo, un mafioso italiano. Para este papel, se llamó a Linda Cristal, una reconocida actriz que destacó en Estados Unidos, principalmente dentro del género del western.
A pesar de su amplio repertorio cinematográfico y sus participaciones en series norteamericanas, este trabajo en la televisión mexicana siendo la pareja de Jorge Rivero marcó su debut y despedida del melodrama casero.
Ramiro Oliveros (España) – Mañana es Primavera
1982 fue el año que marcó el debut como productora de telenovelas de Silvia Pinal.
Mañana es Primavera fue una telenovela que nos contó la historia de Amanda, una mujer de 50 años que tras sufrir un engaño por parte de su esposo, se da cuenta que llegar a la madurez no significa que la vida se acabe y que siempre hay ilusiones nuevas.
Dentro de este melodrama, el personaje de Amanda se enamora de Rodrigo y juntos descubren esa nueva felicidad que se puede vivir en esa etapa de la vida. El encargado de dar vida al interés amoroso de la protagonista fue el español Ramiro Oliveros, quien a pesar de hacer buena pareja con Silvia Pinal, no volvería a actuar en nuestro país.
Víctor Cámara (Venezuela) – Pobre Señorita Limantour
El apellido Cámara en la industria del espectáculo mexicano nos remite al primer actor Carlos Cámara, quien destacara en diversos roles dentro de varias telenovelas y sus hijos Carlos Jr. y Víctor siguieron sus pasos.
En 1987, Carla Estrada, quien era para ese entonces una novel productora, realizó el melodrama titulado Pobre Señorita Limantour. La protagonista fue Ofelia Cano y su galán era Víctor Cámara, quien hasta el momento se había consolidado en Venezuela y que prácticamente era un desconocido en nuestro país.
Por un lado, se puede considerar mérito que Cámara hizo una carrera independiente al nombre de su famoso padre, sin embargo, el público de México lo veía como alguien ajeno a la industria y su papel del doctor Julio Adrián Montesinos pasó sin pena ni gloria, lo que lo llevó a volver a Venezuela.
Aunque años después regresó a nuestro país y logró hacer trabajos que el público aceptó como su participación dentro de En Nombre del Amor, donde hizo parte del triángulo amoroso con Laura Flores y Alfredo Adame, como protagonista no consiguió el visto bueno de la audiencia.
Jorge Martínez (Argentina) – El Extraño Retorno de Diana Salazar
Si algo identificó al productor Carlos Téllez fue que siempre se arriesgó por presentar productos diferentes en la televisión. Cuna de Lobos marcó un antes y un después en la historia de las telenovelas en México, por ello, el proyecto que siguiera de la dupla que hizo con el escritor Carlos Olmos debería ser igualmente impactante.
Lo esperado llegó en 1988 cuando se gestó El Extraño Retorno de Diana Salazar, una historia que abordó temas de brujería, ocultismo y reencarnación. En la trama, el espíritu de Leonor de Santiago, una joven condenada por brujería por la Santa Inquisición y quemada en la hoguera, reencarna tres siglos después en la persona de Diana Salazar (ambas interpretadas por Lucía Méndez) y por cosas del destino, quienes en la época del Virreinato fueron su peor enemiga y su gran amor, también reencarnan, lo que desata el conflicto central.
Para ese momento Lucía Méndez era de las actrices estelares de Televisa y el sólo ver su nombre representaba una garantía absoluta. Sin embargo, con una historia con un peso muy relevante, el protagonista masculino en lugar de recaer en alguno de los actores destacados en ese momento, cayó en las manos del argentino Jorge Martínez. Sin importar la gran figura que era en su país, nuestro público no lo favoreció con su aprobación y Lucía Méndez terminó opacándolo.
Boy Olmi (Argentina) – El Pecado de Oyuki
Al igual que como se mencionó en el punto anterior con Carlos Téllez, Lucy Orozco es otra productora que se salió del molde del melodrama tradicional para ofrecerle al público cosas distintas.
Con El Pecado de Oyuki, Orozco sorprendió por su maratónico trabajo tanto en locaciones, caracterización, vestuario y música. Hay que destacar que principalmente por tener el respaldo total de Víctor Hugo O’Farrill (importante ejecutivo de Televisa), la producción tomó tres años, ya que se quería tener una manufactura impecable.
Un proyecto tan ambicioso debía llevar como figura central a una actriz en toda la extensión de la palabra, siendo Ana Martin la encargada de dar vida a Oyuki. Sin embargo, un punto cuestionable de esta emblemática historia fue la elección del protagonista masculino. En el medio había muchos actores que tenían la capacidad y el talento para interpretar al inglés Irving Pointer, sin embargo, se llamó al argentino Boy Olmi, quien aunque lo intentó, no logró una actuación realmente convincente de un inglés, pues su acento argentino siempre estuvo presente.
Otro punto en contra de Olmi, fue la poca química que tuvo con Ana Martin, y aunque el peso de la historia recaía en ella, la figura del protagonista siempre es una responsabilidad importante. Esta fue la única vez que se le vio actuando en nuestro país.
Bertín Osborne (España) – Amor de Nadie
Para 1990, otra vez Lucía Méndez protagonizaba una historia y de nueva cuenta (como sucedió en El Extraño Retorno de Diana Salazar), contaba con un protagonista masculino extranjero.
En Amor de Nadie, tenemos una situación donde había cuatro hombres que pretendían a la protagonista. Ellos fueron: Fernando Allende, Fernando Sáenz (quien desapareció de la escena artística) y los extranjeros, el argentino Saúl Lisazo y Bertín Osborne, quien era conocido como cantante y conductor de programas en España.
Resulta curioso que teniendo dos extranjeros, las cosas hayan sido muy diferentes para cada uno. Lisazo a partir de ahí logró irse consolidando en los melodramas mexicanos y recibió el visto bueno del público, mientras que Bertín Osborne no consiguió llamar la atención del televidente como actor.
Erik Estrada (Estados Unidos) – Dos Mujeres, un Camino
Emilio Larrosa es ese tipo de productor consciente que puede llegar a un gran público insertando en sus historias elementos populares. En 1993 su apuesta fue con el título Dos Mujeres, un Camino, historia que se centró entre otras cosas en mostrar la vida de los mexicanos que se van a Estados Unidos.
Dentro de este concepto, se tocó el tema del engaño. Laura León y Bibi Gaytán eran la esposa y la novia respectivamente de un trailero de nombre Juan Daniel, papel que fue encomendado a Erik Estrada, reconocido actor por su interpretación de patrullero en la serie Patrulla Motorizada.
Si bien, Estrada daba la imagen de transportista, enfrentó un problema el cual fue su acento. En sus parlamentos se oía forzado y con dificultades para pronunciar el español, motivo que quizá fue el detonante para que no lo volviéramos a ver en telenovela.
Exequiel Lavandero (Chile) – Para Toda la Vida
En 1996 Lucero Suárez realizaría su primera producción en solitario (anteriormente trabajó con Carlos Téllez). La historia seleccionada fue el clásico La Madrastra de Arturo Moya Grau, titulándola en esta ocasión Para Toda la Vida. Esta versión fue una coproducción entre Televisa y la cadena Mega de Chile, lo cual propició uno de los errores más grandes en su realización: su protagonista masculino.
La historia de la inocente mujer que es acusada injustamente de asesinato y obligada a pagar una condena de cadena perpetua, había tenido un gran éxito años atrás contando con las actuaciones estelares de Angélica Aragón y Rogelio Guerra. Ahora el rol protagónico femenino caía en las manos de otra extraordinaria actriz como lo es Ofelia Medina, sin embargo el protagonista masculino resultó ser un total desconocido en México.
El actor Exequiel Lavandero no pudo emular el buen trabajo de Rogelio Guerra (años después César Évora interpretaría el papel y sí lograría reconocimiento), pues una historia como esta que se quedó grabada en la mente de quien la vio necesitaba un actor de peso y conocido.
Lavandero fue en parte el gran responsable para que esta versión fuera un rotundo error. Primero se trató de resolver el bajo rating cambiando de productor y dejando la telenovela en manos de Juan Osorio, pero todo se fue al caño y acabó de coronarse como fracaso con la renuncia de Ofelia Medina.
Gaby Espino (Venezuela) – Mundo de Fieras
Salvador Mejía produjo en 2006 Mundo de Fieras, historia que contó con un reparto multiestelar encabezado por Edith González, César Évora y Helena Rojo.
Aun con un reparto así, la presentación en México de Gaby Espino no fue acertada. Si bien en Venezuela y Estados Unidos ya contaba con reconocimiento, su actuación en este proyecto no estuvo a la altura de figuras como Edith González o Helena Rojo.
Más tarde, su carrera iría en ascenso, destacando en producciones de Telemundo, pero hasta el día de hoy, México no la ha vuelto a ver.
Christian Sancho (Argentina) – Ángel, las Alas del Amor
Para 2006, en TV Azteca se producían varias telenovelas, cosa que no ocurre hoy día. Uno de los títulos que vieron la luz ese año fue Ángel, las Alas del Amor. Una historia ligera, que nos narra cómo un ángel por azares del destino se queda al frente de una empresa y en su día a día se va enamorando de Celeste (Adriana Louvier).
El papel de Ángel fue interpretado por el argentino Christian Sancho, en su único trabajo en México, destacando actualmente en producciones de su país.
Cristóbal Lander (Venezuela) – Pobre Diabla
Fides Velasco produjo Pobre Diabla en 2009. Alejandra Lazcano se consolidaba como una de las cartas fuertes de TV Azteca y el reparto estaba integrado por actores de peso como Rafael Sánchez Navarro.
Sin embargo en el papel protagónico se contrató a Cristóbal Lander, actor venezolano, quien cuenta con reconocimiento dentro de su país, pero que aquí en México pasó como muchos otros, sin pena ni gloria. Hasta el momento solamente este proyecto en nuestro país aparece en su currículum.
Scarlet Ortiz (Venezuela) – Rafaela
2011 vio llegar al horario vespertino Rafaela, la historia de una joven estudiante de medicina que sueña con sacar a su familia adelante.
Nathalie Lartilleux confió en Scarlet Ortiz para el papel protagónico, sin embargo, pasó un poco como con Gaby Espino, su trabajo en ese momento no fue el más destacado y eso que estaba rodeada de caras familiares de la televisión mexicana como las primeras actrices Diana Bracho, Patricia Reyes Spíndola y una villana de primer nivel como Chantal Andere.
Además, la pareja con Jorge Poza tampoco despertó interés alguno en el espectador.
Marco de Paula (España) – Prohibido Amar
Prohibido Amar fue una telenovela de TV Azteca, que bajo la producción de Rafael Urióstegui, llevó como protagonistas a Rossana Nájera y el español Marco de Paula.
A pesar de que la contratación del español por la televisora del Ajusco parecía ser una gran apuesta, después de este protagónico, de Paula no logró despuntar y años más tarde lo volveríamos a ver en Mujeres de Negro, pero como parte del elenco de soporte.
Hasta aquí el recuento de esos actores que han venido a probar suerte, ya sea por el interés que México despierta como plataforma artística o porque han firmado importantes contratos, sin imaginar que su paso por nuestra televisión no va más allá de un proyecto.
FALTARON RAMON PONS, EL QUE HIZO SIEMPRE HABRÁ UN MAÑANA CON MECHE CARREÑO, EL PROTA DE SIN PALABRAS 1969 Y EL PROTAGONISTA DE TODA UNA VIDA
a mi me gusto Cristóbal Lander en pobre diabla y su quimica con Alejandra Lazcano
El título me confundió uh poco… ya que pensé que haría referencia a los actores poco valorados de las telenovelas mexicanas, pero, en realidad, hace referencia a los actores extranjeros que tuvieron un paso fugaz en la televisión mexicana. No sabía que Linda Cristal hizo una telenovela en México, yo la recuerdo por «El gran Chaparral» y recién me entero que es argentina. A Victor Cámara lo conocía y me acuerdo de su personaje en «En nombre del amor.» También, me acuerdo de Jorge Martínez porque lo veía en telenovelas y películas… aparte de «El extraño retorno de Diana Salazar»… telenovela que vi a medias pero, nunca la seguía fielmente… pero, si mantuve mi interés porque me interesó la trama… algo diferente.
Creo que en todos los paises se cuecen habas y siempre preferiremos que en producciones «locales» despreciar a los extranjeros y solo exigir actores locales. Sufro mucho cuando en Colombia critican a un actor extranjero… porque me lo tomo como algo personal (soy extranjero trabajando en Colombia)… por eso, mi fastidio… pero, los entiendo… a mi me incomodaba cuando algunas producciones peruanas nunca ponían una actriz peruana como protagonista de sus producciones.
Siempre un extranjero en una producción nacional causará molestia y fastidio… independientemente que sea bueno ó mal actor. Si es mal actor, pues, es más justificable la crítica y el fastidio del televidente «local.»
Se les quedó José L. Santander. Creo q después de Lazos de amor solo hizo 2 papeles secundarios en novelas.