Telenovelas que sorprendieron y se volvieron grandes éxitos

Telenovelas que sorprendieron y se volvieron grandes éxitos
Anteriormente escribí de aquellas telenovelas a las que, por uno u otro motivo, se les tenía una alta expectativa, pero no corrieron con la suerte de ser grandes éxitos de la pantalla.
En esta ocasión, recordaremos aquellas producciones que, por el contrario, empezaron como una telenovela más, pero lograron alcanzar el éxito. Estas telenovelas son recordadas hasta el día de hoy a pesar de su antigüedad.
Rina (1977)
En 1977 lo habitual era que las telenovelas ocuparan el horario vespertino, sin embargo, Valentín Pimstein se arriesgó a experimentar con un melodrama en el horario de las 9 de la noche. Lo insólito no era el horario sino la historia en sí. En Rina la protagonista no era la clásica dama joven de aquellos años, sino una mujer jorobada.
Don Leopoldo (Carlos Ancira), un millonario entrado en años, decide casarse con Rina (Ofelia Medina), una pobre vendedora de flores sólo para castigar a su ambiciosa familia y no dejarles nada de su fortuna. Para poder despojar a la ingenua muchacha de la herencia, Carlos Augusto (Enrique Álvarez Félix) se casa con ella, pero la desprecia. Con el tiempo, surge el amor entre la pareja y terminan viviendo como un matrimonio feliz.
En contra de todo pronóstico, esta historia fue un verdadero éxito en su momento.
Los Ricos También Lloran (1979)
Igual que el caso anterior, de la mente de Pimstein con una adaptación de María Zarattini y dirección de Rafael Banquells, este título se convirtió en uno de los mayores clásicos del género y literalmente le dio la vuelta al mundo.
Originalmente se programó para el horario vespertino, pero fue tal la aceptación por parte del público que se le trasladó al horario estelar. En la historia, Mariana (Verónica Castro), por una mala jugada de la vida, se ve obligada a dejar su rancho en Guanajuato para ir a la Ciudad de México en busca de un amigo de su difunto papá. El destino la lleva a la mansión de la familia Salvatierra, donde don Alberto (Augusto Benedico) la acoge como una hija. Ahí conoce a Luis Alberto (Rogelio Guerra) con quien vive un romance que se ve obstaculizado primero por Esther (Rocío Banquells) y luego por malas pasadas de la vida. Mariana se enfrenta a enredos, malentendidos y hasta el desequilibrio mental que provoca que regale a su hijo.
Todo ello le agradó al público no sólo mexicano sino del mundo entero. La telenovela se dobló a muchos idiomas y llegó a países que hasta antes era impensado que una telenovela se transmitiera como Corea del Sur, Rusia, Japón e India entre otros.
Se le considera dentro de esta lista, porque en palabras de la propia escritora, en un principio, había incluso actores que se negaban a participar en ella por el simple título.
Cuna de Lobos (1986)
Carlos Téllez fue un productor completamente distinto a Valentín Pimstein y Ernesto Alonso, pues todas sus historias eran diferentes a las que se acostumbraban en esos años en Televisa.
Cuna de Lobos fue en un inicio “el patito feo” de las telenovelas. Los motivos: la historia que se salía completamente del molde del melodrama tradicional y el reparto donde, a excepción de María Rubio y Carmen Montejo, no había esos rostros de renombre en la industria.
Sin embargo, la historia de una madre que, con tal de que su hijo esté bien, hace todo hasta matar, cautivó al televidente. Cuna de Lobos consiguió que el personaje de Catalina Creel (María Rubio) se quedara en la mente de la gente y fuera considerada como la gran villana en la historia de las telenovelas. En esta producción participaron actores y actrices que construirían carreras sólidas y exitosas tales como Diana Bracho, Alejandro Camacho, Gonzalo Vega, Rebecca Jones y Rosa María Bianchi.
El Premio Mayor (1995)
Emilio Larrosa tiene un sello muy particular y es el de presentar historias de corte popular. Ese sello lo empezó a imprimir desde Dos Mujeres un Camino en 1993, sin embargo, para 1995 apostaría por producir una de las primeras telenovela de corte mayormente cómico.
Fue de esta manera que El Premio Mayor llegó al aire en el horario de las 6:30. Para sorpresa de muchos, la trama donde Huicho Domínguez (Carlos Bonavides) se saca la lotería comenzó a ganar más y más seguidores. Eso provocó que se moviera a un horario nocturno y lo más relevante es que la pareja protagónica de Jorge (Sergio Goyri) y Rosario (Sasha Sokol) perdió peso ante el simpático personaje. Hasta en la actualidad mucha gente sigue llamando al actor por el nombre del personaje.
Nada Personal (1996)
TV Azteca apareció en la industria de los medios en 1993, pero fue hasta 1996 cuando dio un golpe que nadie vio venir. Con una historia de la casa productora Argos, la nueva empresa logró por primera vez robarle realmente rating a Televisa.
Con un reparto encabezado por una figura hecha en San Ángel como Rogelio Guerra y acompañado de Ana Colchero, Demián Bichir, José Ángel Llamas, Lupita Ferrer, Ana Ciocchetti, Enoc Leaño y Mónica Dionne por citar algunos, esta historia abordó el tema de la corrupción en el mundo de la política. Ese tema despertó el interés del auditorio quien pudo ver algo diferente a lo que en ese momento se maquilaba en Televisa.
Cañaveral de Pasiones (1996)
Otro caso de una historia que empezó transmisiones en horario vespertino y que por su gran éxito se le premió pasándola al horario estelar fue esta producción de Humberto Zurita y Christian Bach.
Contando con las actuaciones estelares de Daniela Castro, Juan Soler y Francisco Gattorno, la trama de un amor que no se puede realizar por el odio de dos familias, reforzado por un reparto de primera con nombres como Angélica Aragón, Azela Robinson, Roberto Ballesteros y Leonardo Daniel mantuvo altos niveles de audiencia y una carrera ascendente para sus protagonistas.
Mirada de Mujer (1997)
Otro cañonazo que se dio en TV Azteca fue la historia producida por Epigmenio Ibarra que le abrió las puertas de la compañía a Angélica Aragón.
Mirada de Mujer retrató la historia de María Inés (Angélica Aragón), quien cansada de vivir una vida como lo dicta la sociedad, se enamora de Alejandro Salas (Ari Telch), un hombre más joven que ella y con el que está dispuesta a vivir su vida sin importarle el qué dirán.
La Fea Más Bella (2006)
Tras terminar la época de las telenovelas infantiles por los malos resultados que dio Pablo y Andrea (2005), se buscó una historia ligera para el horario de las 4 de la tarde. Así, bajo la producción de Rosy Ocampo, se creó la versión mexicana de la exitosa colombiana Yo Soy Betty la Fea (1999).
La Fea Más Bella se transmitió por primera vez en enero del 2006 teniendo a Angélica Vale en el papel estelar de Lety y a Jaime Camil como don Fernando. Lo que en un principio fue una telenovela para cubrir el horario, representó uno de los mayores éxitos de Televisa, tanto que pasó de las 4 a las 6 y finalmente a las 8 de la noche. Además, la historia tuvo un par de alargues que lejos de reducir los números de audiencia, los hicieron crecer más. Esta telenovela fue una de las primeras en tener un final en domingo y propició que el horario de las 8 de la noche fuera por varios años exclusivo para historias de corte cómico.
Hasta Que el Dinero Nos Separe (2009)
Siguiendo con historias cómicas, otra que logró un éxito que se pudiera decir casi nadie esperó fue esta producción de Emilio Larrosa. Hasta Que el Dinero Nos Separe trajo de regreso a las pantallas de Televisa a Pedro Fernández e Itatí Cantoral.
La trama desarrollada en una agencia de autos, por más simple que pudiera parecer, acaparó los primeros lugares de audiencia pasando incluso a las telenovelas estelares de esa época como Sortilegio y Corazón Salvaje.
Para Volver a Amar (2010)
Producción de Roberto Gómez Fernández y Giselle González que por muchos factores fue un gran éxito, quizá injustamente tratado pues se le exhibió a las 5 de la tarde, cuando la trama era perfecta para el horario estelar.
Con las actuaciones de Rebecca Jones, Alejandro Camacho, René Strickler, Nailea Norvind, Alejandra Barros, Juan Carlos Barreto, Jesús Ochoa, Zaide Silvia Gutiérrez, Sophie Alexander, Mark Tacher, África Zavala y Flavio Medina bajo la dirección de Eric Morales y Francisco Franco hicieron una telenovela que por ser diferente gustó. El eje central eran cinco mujeres de diferentes clases sociales y formas de vida que, tras una serie de situaciones, salen adelante y aprenden que lo más importante es que deben ser ellas mismas.
Mi Secreto (2022)
Para terminar esta lista, tenemos la que para muchos fue la gran sorpresa en tiempos recientes. Después de una crisis que ha tenido el género de las telenovelas y de la cual poco a poco va saliendo, en Televisa el rumbo se va retomando y para muestra un botón: Mi Secreto producida por Carlos Moreno.
Fue una historia transmitida en el horario de las 4:30 de la tarde, sin embargo, tuvo un resultado excepcional. En un principio, hubo quizá quienes dudamos de este proyecto, primero porque es la adaptación de una historia setentera, segundo, porque los roles protagónicos recayeron en actores y actrices jóvenes. Sin embargo Macarena García, Diego Klein, Isidora Vives y Andrés Baida cumplieron con creces, lo mismo que el libreto de Martha Carrillo y Cristina García.
Esta telenovela es un ejemplo de que el melodrama tradicional sigue gustando y que cuando está bien hecho, como en este caso, es un producto bastante rentable y a pesar de ocupar el horario de las tardes los números pueden ser bastante positivos.
Es así que en cuestión de televisión nada está dicho, a veces hay telenovelas en los que se echa toda la carne al asador y no resultan lo esperado y otros que tienen un inicio modesto, pero con el transcurso de los capítulos se convierten en auténticos cañonazos.
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