El Amor No Tiene Receta. Crítica de la semana de estreno

 

Autor: Staff

Sin receta para llorar

Una grata sorpresa ha resultado El Amor No Tiene Receta, la nueva producción de Juan Osorio para Las Estrellas en el horario de las 8:30. Por el título nos sonaba a que tendría más situaciones ligeras pero en realidad es un drama tan denso como El Amor Invencible.

El Amor No Tiene Receta es una historia original de Pablo Ferrer García-Travesí y Santiago Pineda con coadaptación de Hugo Moreno. Los protagonistas son Claudia Martín y Daniel Elbittar. Las antagonistas son Altair Jarabo y Azela Robinson.

En la primera semana vimos que en el pasado Fermín (Hugo Catalán), el marido de Paz (Claudia Martín), vende a su hija recién nacida para cubrir una deuda con unos maleantes. La niña es comprada por Ginebra (Altair Jarabo), quien la necesita para poder acceder a la fortuna de su esposo. Por otra parte, la esposa de Esteban (Daniel Elbittar) muere misteriosamente, y su suegra Elvira (Azela Robinson) lo culpa de su muerte. En el presente, Ginebra se deshace de la niña Samara (Mía Fabri) pero esta pierde la memoria y va a dar con un grupo de indigentes. Paz se topa brevemente con Samara quien es su propia hija y tiene intenciones de devolvérsela a Ginebra.

El mismo platillo pero renovado

Con toques de thriller y mucho melodrama dio inicio esta historia en donde la trama de la villana principal tiene bastantes similitudes con la telenovela Avenida Brasil. Aquí algunos puntos que parece fueron inspirados por la novela brasileña:

• Ginebra solo se casó con su marido por dinero.
• La pareja tiene una hija que no es de la villana.
• Ginebra quiere deshacerse de la niña para quedarse con el dinero del marido muerto.
• Ginebra tuvo una infancia bastante cruel.
• Ginebra creció con otro niño que se hizo primero su aliado y luego su cómplice. Además, lo infiltra en su familia con mentiras.
• La niña va a dar a un lugar donde habitan otros niños indigentes y se hace amiga de un niño que la protege.
• La niña es maltratada por un adulto que explota a los niños.
• Ambas protagonistas son chefs y la comida es su arma de conquista

Lo más interesante es que el pasado y las motivaciones de la villana son manejadas con mucho misterio. A pesar de que al mismo tiempo en la barra de Las Estrellas hay otra villana que pretende ejecutar una venganza por su pasado y que quiere todo lo que tuvo su hermana (Vivir de Amor), un gran punto a favor de Ginebra Nicoliti es que su rumbo es poco predecible.

También detectamos situaciones recicladas de otras telenovelas de los mismos autores. En El Amor Invencible, Ana Ju (Isabella Tena) tenía que hacer una investigación de la trata de personas que la remitía a su abuelo. Acá Gala (la misma actriz) emprende una investigación sobre niños perdidos que la remite a Paz. Otro tema que al parecer abordarán será el romance de un par de jóvenes gay.

Además no faltaron situaciones forzadas como cuando Elvira “siente la necesidad” de darle el pésame a Ginebra casi sin conocerla o que hayan pasado seis años y la familia de Paz todavía tenga deudas con el villano del barrio.

El gran valor del arranque de El Amor No Tiene Receta está en que han sabido combinar todos los elementos ya mencionados en una serie de capítulos enganchantes y sin relleno.

Las estrellas del menú

Claudia Martín y Daniel Elbittar están demostrando que tienen buena química y aunque ya tienen experiencia en papeles similares, aquí logran darle su toque particular a Paz y a Esteban. Ambos están realizando un gran trabajo en las escenas más conmovedoras de la historia.

Altair está haciendo de su Ginebra una villana con un toque distinto a todas las villanas cliché de su trayectoria. Aquí se le ve más odio contra todos los que la rodean y también más fuerza. Desde el principio sabemos que no se tienta el corazón para matar a quien sea.

Otro gran acierto de la telenovela es la niña Mía Fabri. Qué gran ángel y naturalidad tiene esta pequeña. Toda la primera semana fue puro sufrir y sufrir por el destino de su personaje de Samara.

Por otra parte, está la pareja secundaria formada por Nandy (Coco Máxima) y Kenzo (Nicola Porcella). Ella es una amiga de Paz y él un colega de Esteban. Aunque han salido poco juntos también tienen buena química. Coco Máxima no batalla nada para interpretar su papel y se desenvuelve como pez en el agua en escena. Porcella no lo hace mal tampoco.

Complementan el reparto de soporte Luz Ramos como la hermana de Paz; Tiago Correa como el cómplice de Ginebra; Isabella Tena y Jai Maqueo como los hijos de Esteban; Raúl Coronado como un empleado de Elvira; Liz Gallardo como la exesposa de Kenzo; Beatriz Moreno como la mamá de Paz y Mauricio Pimentel como el malandro del barrio.

  

Cocina de autor

Sin duda Juan Osorio es uno de los pocos productores de Televisa que se reinventa con el paso de los años y no se queda mucho tiempo estancado en fórmulas.

Técnicamente la telenovela cumple al ofrecernos una excelente calidad en las tomas, la musicalización y las atmósferas. En esta ocasión transformaron el backlot que Televisa ha usado en otras producciones como Mi Secreto, en un barrio de la alcaldía Iztapalapa. El cambio funciona para dar vida al universo de la familia de Paz.

La entrada de la telenovela grabada en una sola toma continua es ya algo muy visto en producciones de Carla Estrada (El Privilegio de Amar, Pasión), sin embargo el tema es una bonita balada compuesta por Luis Gómez Escolar quien tiene una larga trayectoria de éxitos en las voces de Luis Miguel, Miguel Bosé y Mocedades entre muchos otros más.

Lo bueno

• Una historia original
• Todo el tiempo hay intrigas
• No es predecible
• Excelente dirección y producción

Lo malo

• Exceso de crueldad gráfica

Calificación inicial: 9

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