Juegos de Amor y Poder. Crítica de la semana de estreno



Autor: Staff

Un desafortunado accidente

Las noches de Las Estrellas se han puesto intensas con el estreno de la telenovela Juegos de Amor y Poder producida por Carlos Bardasano. Es la versión mexicana de la historia chilena Juegos de Poder adaptada por Ximena Suárez, Julián Aguilar, Edwin Valencia e Isabel de Sara.

Los protagonistas son Claudia Martín y Arap Bethke. Los villanos (hasta el momento) son Carlos Said, Eduardo Santamarina y Mayrín Villanueva.

En la primera semana vimos que Adrián (Tristán Maze), hijo del candidato presidencial Enrique Ferrer (Eduardo Santamarina), aparentemente atropella a un par de jóvenes en una carretera desierta y presionado por su primo Memo (Carlos Said) los abandona. La investigación del accidente corre a cargo del fiscal Roberto Roldán (Arap Bethke) y en su misión aparece Luciana (Claudia Martín), una simpática psicóloga quien es ahijada de Ferrer.


Más que una historia de amor

Ya hacía falta una historia dramática a la altura de Juegos de Amor y Poder en la barra de Las Estrellas. Esta telenovela no es una simple historia de amor, es un drama de investigación policial en donde en cada capítulo las cosas se complican más y más.

Aunque el romance está en segundo plano, debemos resaltar la química entre Claudia Martín y Arap Bethke. Su rapport como niñera y jefe es fresco y agradable. El papel de él en especial es una sorpresa tras el que realizó en Fugitivas donde era como un patiño de la protagonista.

Los temas de la injusticia, abuso de poder, corrupción, manipulación y demás están a la orden del día en todo el mundo y eso le da un plus a la trama.

Además, el factor humano lleva un peso importante en el desarrollo de la trama pues la ética y los valores de varios de los personajes se ponen en juego por el accidente que detona la historia.

Hasta ahora todas las subtramas están relacionadas al accidente y no hay rellenos. Muy bien por el equipo literario.

Grandes actuaciones

Felicitaciones al productor Carlos Bardasano por haber conjuntado a un elenco que se sale de su zona de confort para interpretar los personajes de esta historia.

En primer lugar, tenemos a Eduardo Santamarina interpretando a Enrique Ferrer, un político que si bien no es una blanca paloma, es un hombre cariñoso que ama a su familia. Mayrín Villanueva como su esposa Inés, resultó una gran revelación. Inés es una mujer que vive de las apariencias y que quiere que su marido sea presidente cueste lo que cueste.

Lore Graniewicz aquí es una asesora sexy que dejó a su esposo, el fiscal Roldán, al enamorarse de Enrique. Sin embargo, ella no forma parte del tinglado armado por el candidato para tapar la verdad del accidente.

Alejandra Barros está deliciosa como la hermana amargada de Inés. Su personaje se llama Mariana y no pierde oportunidad para decirle a Inés sus verdades.

Carlos Said está representando quizá el papel más importante de su carrera. Su Memo es un joven sin escrúpulos que está dispuesto a LO QUE SEA por salvar su pellejo y ser parte del séquito del “futuro presidente” que viene siendo su tío.

Aplausos también para Ana de Villa como la inestable Fabiola, compañera de Memo; Sylvia Pasquel como la abuela Sofía; Gabriela Platas como la madre de las víctimas; Ariana Saavedra como la novia de Adrián; y Erik Díaz como el viperino asistente del fiscal Roldán.

Lo bueno

  • ·        Química entre los protagonistas
  • ·        Suspenso continuo
  • ·        Impredecible. No se sabe hacia dónde va la historia
  • ·        Excelente producción
  • ·        Elenco decoroso

Lo malo

  • ·        Algunos cierres de capítulo sin tensión

Calificación inicial: 9

 

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